Con un nuevo objetivo, dando el primer paso con la curiosidad que me caracteriza, aprender algo nuevo poder guiar una expedición, preparamos todo para partir.
Un grupo reducido me acompaña.
Impulsados por la propuesta de dejar alimentos y elementos para mejorar la estadía en el lugar hace ordenar nuestras mochilas de manera minuciosa. Unas empanadas nos detuvieron a mitad de camino, mientras charlamos con nuestra compañera que está en el Mollar, dando un visto bueno. Decidimos acampar en su casa el viernes por la noche.
El famoso juego “UNO” distiende siempre al grupo, entre risas y reglas mezcladas, surge- “Tibi- Tibi” otro juego que pocos conocen!!
Es hora de descansar, rogando que el sol nos acompañe después de vernos entre neblina esa noche.
Es sábado, un café, ciruelas y el cariño de nuestra compañera y su perrita nos despiden.
Abrazo grande y a seguir….
Llegando al infiernillo el sol nos encuentra, otra vez la Quebrada del Barón, más imponente. Pero nos encuentra con un poco más de sabiduría.
Ajustes, ….y un poco de nervios, iniciamos.
Todo marcha bien, llegando a la cueva, nos sorprende un ternero negro.
Digo nos sorprende, porque tenía intenciones de seguirnos. Y así lo hizo…. mientras descansamos él pedía comida, además de cariño para nuestro asombro !!!
-“Tibi-Tibi”, ese será su nombre !!! en común acuerdo.
La selfie selló el momento…. hora de partir.
Marcando el recorrido indicando los puntos de descanso, avanzamos. Esta vez en lo personal costó menos, que alegría ver un avance!!!
Aclimatación, ritmo, el peso de la mochila.
Llegamos a “la pared”… esos metros de subida constante, sin tregua, jurando “quemarnos” las piernas. Aquí todos habíamos estado ya alguna vez, a excepción de una compañera.
Los consejos para encarar lo último eran precisos.
La vez anterior, llegamos al último con un compañero, tras llevar una ventana para el Refugio…..(historia que quedó plasmada por ahí) quien esta vez me acompañó, también en esta ocasión llegando primeros. Una suerte de revancha con la Quebrada, sentirme más segura, con respeto sobre todo. Por lo vivido y la oportunidad de volver.
Llegamos!!! A cuenta gotas, cada uno a su ritmo, sin perder visibilidad. Cada uno luchando consigo mismo para no rendirse.
Nuestro último compañero se ve acompañado, pero cargando su peso, avanzando lento pero constante. De esto también se aprende, se estuvo más alto. Ese registro queda en nuestros cuerpos. Hay que hacer uso de eso!!!
Aun así, marcando un buen tiempo de ascenso todos descansando y tomando algo caliente. Un picaflor dentro del refugio, al parecer encontró la forma de ingresar, además de comer azúcar. Apenas con un accionar, llevé al picaflor hacia las pircas, dejándolo en resguardo para que siga su camino tranquilo….
Dos compañeros se ofrecen para ir a buscar agua, una de las ideas era poder dejar para los demás.
Volvieron sin éxito al Refugio.
En el silencio mientras la noche avanzaba, los esperábamos.
Un llamado por radio nos pone alertas, estaban “cerca”… pero sin divisar el Refugio.
Salí a su encuentro, con la linterna en intermitente. Allá a lo lejos los vi. Sé que hacía frío, sé que el cansancio estaba presente.
Pero estos son los momentos que me invaden.
Ver su luz en la inmensidad. Escucharlos por radio con ánimos, aun sabiendo lo mencionado.
La predisposición a pesar de estar agotados, es mérito doble.
No contábamos con la suficiente cantidad de agua. Así es que reducimos nuestra cena y compensamos con unas uvas. Mientras nos íbamos a nuestras bolsas, en el refugio se escuchó música.
Al día siguiente, quedaba solo poner la ventana que llevamos, hacer inventario de las cosas que se dejó.
El no tener hidratación nos condicionó. Ya que mi intención era conocer Alto de las nieves. …. quedará para la próxima!!!
Un gran descenso a buen ritmo nos dejó en nuestro punto de inicio a las casi 3hrs de marcha.
Felices y un poco castigados por el sol, un brindis final como broche para cerrar esta expedición.
Agradecerles:
Leo y su familia, por el cálido hospedaje.
Martu- Miguel(Pera)- Oso-Enrique- Ezequiel (El chico llamarada)-Luciano Chairo-
Sofia Sava.