La Asociación Argentina de Montaña (AAM), es un club de montaña y escalada. Nacimos el 9 de Mayo de 2014. Nuestra sede está en la calle Salas y Valdez 236 de la ciudad de Yerba Buena, en la Provincia de Tucumán, en la República Argentina.

 

COMISIÓN DIRECTIVA

Presidente: Pablo Exequiel Romero

 Vicepresidente: Ulises Kusnezov

Secretario:  José Ignacio Monmany

Prosecretario: Sofía Jaimovich

Tesorero: María Paz Foumartín

Protesorero: Rómulo Luque

Vocal 1º: Juan Garretón

Vocal 2º: Luis Gómez

Vocal Suplente: Mariana Medjugorac

 

La Asociación Argentina de Montaña (A.A.M)

 La Asociación Argentina de Montaña se forma en el año 2014 con la idea de un resurgir de esta actividad, basándose en los mismos principios con los cuales habían sido concebidos en el pasado por los clubes que nos precedieron (ATA, CAT, Grupo Tipillas), tomando la montaña como un elemento formativo en concomitancia con la naturaleza y sus moradores.

Estamos en un Club de montaña para conocernos y reconocernos como seres humanos, como una fuerza que puede proyectar y lograr cosas. Que puede ser capaz de dar un mensaje de unidad a la sociedad. Para lograr esto debemos salir de nuestro encierro, que es la ciudad, y buscar a la naturaleza como un vínculo, como un puente. Lo planteamos como una filosofía de vida, que tiene mucho que ver con la idea del humanismo, y también mucho de romanticismo. De alguna manera nuestra sociedad ha perdido el sentido tribal. La vida en la ciudad  nos ha vuelto muy individualistas. El estar en un club de montaña, el tomar a la naturaleza con todas sus dificultades,  como parte de nuestro aprendizaje, ese sentido tribal poco a poco va apareciendo.

De aquellos pequeños grupos prehistóricos que comenzaron a pisar este mundo, a los que actualmente seguimos caminando sin duda que hemos evolucionado, pero no debemos olvidamos de dónde venimos. Tenemos que volver a estar  en esas inmensidades para entender, que quien está a nuestro lado es alguien que quiere vivir de otra manera. Que una de las formas de conocernos y tener un proyecto en común, es compartiendo este propósito. Para sostener este estilo de vida debemos comprometernos. Esta idea de formar grupos humanos, a través de los clubes de montaña, buscando objetivos comunes nos lleva a vivir y a mirarla a la montaña de otra manera. De tal modo que  el esfuerzo compartido se cumple con el trabajo de todos y la satisfacción de ver el logro concretado: el grupo ha entendido, entonces, el significado de todo eso. No debemos confundirlo como una simple actividad turística Un club de montaña es una pequeña sociedad en donde aún con la diversidad de caracteres puede lograr concretar sueños.

Raúl González Aguirre