Un gran día de Montaña….
Esta salida era para mí, una invitación de la AAM como parte del entrenamiento para todos los socios que de alguna u otra forma no pudimos llegar a los objetivos años anteriores…
Se formó un grupo muy heterogéneo en cuanto a edades y a nivel de entrenamiento, pero muy homogéneo en la buena onda y compañerismo…
Partimos en el horario previsto… el día prometía ser bello… cielo limpio… sol radiante… algo que nos energizaba después de tantos días nublados y lluviosos en la ciudad…
Empezamos nuestro camino: las vistas de postales… a un ritmo sin prisas… compartiendo charlas y gozando de la montaña… encantándonos a cada paso y logrando congeniar con la paz que sólo la Naturaleza nos puede regalar…
Hicimos algunas paradas para hidratarnos, disfrutando de nuestros compañeros y de la majestuosidad envolvente del paisaje…
Llegamos al punto más alto con la emoción de haber logrado el objetivo. Entre comida, risas y fotos, un sentimiento de profundo agradecimiento a Dios por tanta belleza a nuestro alrededor…
Más tarde, un desvío hacia la escuela abandonada… en un pintoresco cuadro de ovejas y verdes pasturas…
Escuelita que podría convertirse en un acogedor refugio… lograrlo es nuestro desafío…
El camino de regreso entre la magia de las nubes que ya cubrían el valle incitaba a encontrarnos con nosotros mismos… a tal punto, que podíamos deleitar el silencio poniendo los pensamientos en orden…
Una vez más la montaña nos permitió redescubrirnos y sacarnos todo lo que NO nos hace bien y llenarnos de serenidad y vitalidad …
En conclusión: un maravilloso y encantador “paseo” … con la connotación del recuerdo nostálgico de la niñez, cuando nos llevaban de paseo sólo por placer… sin exigencias ni apuros…
SILVIA YAMÚSS