HACIENDO LA HUELLA
Último día de agosto. Otro sábado despertando a las 5:00 AM, todavía oscuro. Con este club de Montaña, nuestra AAM, uno se acostumbra a estas salidas. Ya no se sufre el levantarse temprano, ni el frío matinal…se espera. Y hasta se disfruta. A las 6:15 estoy en las avenidas Roca y Adolfo de la Vega, que es donde Gabriel pasa a buscarme. Abro la puerta para subir al auto y siento un ambiente cálido generado por mi grupo de viaje: Milagros, Silvia, Gabriel, Pablo y yo. Entro y siento como si nos conociéramos de toda la vida.
Un nuevo viaje a Tafí del valle este año, y van…..
Esta vez la aventura consistía en trackear una senda viable entre el cerro Alto del Matadero y La Ciénaga. Subiríamos por el Matadero y luego bajaríamos por La Ciénaga.
8:10 ya estábamos en la Refinor de Tafí. Y , luego de dejar un auto en lo que sería la bajada por el filo de la Ciénaga, a las 9:00 comenzamos la subida a Matadero. Iniciamos por el lecho de un río y antes de dejarlo pudimos observar lo que sería la salida de la senda de Acheral a Tafí del Valle. Esa senda que usaba Don Atahualpa. En ese momento me imaginé lo hermoso que debiera ser subirla de noche con luna llena. Y me imaginé la Lunita alumbrando las cerrazones en el camino de don Ata.
Ya cerca de la cumbre del Matadero desviamos, en busca de “nuestra” senda, hacia el Norte. Pues, hacia el Norte se veía el Pabellón nublado y, delante de él estaba nuestro objetivo: La Ciénaga. Parecía lejos, y estaba lejos!!! Entonces nos dirigimos al Norte. Pero de la senda de don Ata pasamos al “Jardín de senderos que se bifurcan”. Nos dividimos en grupos explorando distintos caminos. Y, luego que el “Oso” encontrara un tramo que nos lleva por crestas con vistas preciosas, y también luego de intentar ir directamente hacia el Norte, nos encontramos caminando por un sendero muy bien demarcado, pero hacia el Sur!!!! O sea, para ir al norte primero debíamos faldear un cerro, para rodearlo, yendo centenares de metros hacia el Sur.
Todo el grupo, 14 éramos, estaba fuerte. Mi mente empezó a entender que cabía la posibilidad de tomar senderos que no nos llevaran al objetivo. Es más, muchas veces terminamos en bordes de quebradas de paredes realmente empinadas. Otras, debíamos volver sobre nuestros pasos, aunque esto significara volver a trepar paredes ya bajadas. Así era la tarea, prueba y error para buscar la Huella Indígena. De esta manera el tiempo transcurría y aún estábamos lejos de nuestro objetivo (La Ciénaga). Así las cosas, como a las 16 hs, Nico tomó la decisión fundamental de bajar a la Ruta 307 por un filo más cercano, el de Mala Mala. También en esta bajada hubo contratiempos, nos costaba encontrar una buena senda que nos llevara a la 307. La luz se iba, ya hablábamos de usar linternas. Pero increíblemente, el grupo, a pesar de haber estado caminando 10 hs seguía fuerte (subiendo, bajando, volviendo sobre nuestros pasos). Tal es así que los últimos kilómetros, ya con poca luz y con Lili adelante, el paso era rapidísimo.
Todo terminó bien. Estábamos en ruta 307 entre las 19hs y 20hs. Ya sin sol y empezando a oscurecer. Habíamos caminado 21 km!!!!
Inolvidable Experiencia.
Fernando Nuño Guerrero
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/huella-aam-matadero-mala-mala-40738262
