A las 9 de la mañana, y todos en el Punto de encuentro, Parador, ya con nuestro equipo listo comenzamos, sin olvidar las recomendaciones que en la asociación nos hacen hincapié
Marchar lento para no mal gastar las fuerzas. Al llegar a la entrada de la senda nos dimos cuenta que nos seguía un perro, que a su manera nos indicó el camino a seguir. Fuera de querer volver era muy entendido y conocía muy bien el lugar
El camino se presentaba cuesta arriba, y al estar muy seco, había mucha tierra y piedras sueltas, pero para este pequeño grupo no fue obstáculo, pasado la primera hora paramos para desabrigarnos e hidratarnos.
Sin darnos cuenta y a pesar de que constantemente subíamos nos encontrábamos en el mirador, dónde compartimos el almuerzo, risas y una corta charla ya que comenzó a correr un frío viento, por lo que después de sacarnos las respectivas fotos, el grupo dio inicio al descenso. El homogéneo grupo bajo sin problema alguno, al llegar a los autos a las 14 hs. Nos sentíamos conforme por el rendimiento de todos. En un gran abrazo de despedida terminaba está exitosa experiencia en Mundo Nuevo.
Sandra Colomar