Entre el 2 y el 3 de agosto nuestros compañeros Eloisa Quiles, Sebastián Salazar y el Técnico en hidrogeología, geólogo Sebastián Tauber de la Subdirección de Recursos Hídricos de la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia, estuvieron evaluando la posición para establecer una Estación Meterológica en la zona del Refugio del Bayo.
A principios de año, surgió la idea de poder utilizar el Refugio como base para poder ubicar una estación meteorológica que brinde información y previsiones sobre el clima en la zona del Bayo, pero como la mayoría de los proyectos quedó trunco por la pandemia, solo habíamos logrado conseguir algunos presupuestos de equipos gracias a Edgardo que se sumó a la idea.
Durante ese “tiempo muerto” la idea siguió camino hasta Hugo Salas (¡Gracias Rubén!), luego de un par de llamadas para tratar de explicar en qué consistía el proyecto, nos comentó que algo ya estaba planteado para la zona, pero por parte de la secretaria de medio ambiente y que la estación ya estaba comprada, pero no había más información…solo quedaba esperar.
Llegó el día en que la cuarentena nos dejó visitar las montañas, los primeros grupos comenzaron a subir, después de un par de semanas recibimos la llamada de Rubén consultando cuándo íbamos a subir con Elo al Refugio, la estación ya estaba en Tucumán y ya tenían quién iba a realizar el trabajo de campo desde la Subdirección de Recursos Hídricos, de la Secretaría de Medio Ambiente.
Definimos como fecha inicial sábado 1 y domingo 2 de agosto, pero como viene este 2020 algo iba a salir mal, por lo que tuvimos que mover las fechas un día más.
Durante la semana nos reunimos con Rubén y Sebastián Tauber de la Subdirección de Recurso Hídricos, humildemente nos comenta que tiene experiencia de montaña, pero principalmente en escalada, conocía la zona a la que íbamos, pero nunca visitó el Refugio. Al finalizar la reunión quedamos en el equipo que debía llevar, lo buscaríamos del Mollar donde estaría aclimatándose; me consulta si era necesario llevar crampones por las vegas congeladas (en este punto queda claro que “poca experiencia” no tenía, nadie compra crampones por que pintó…)
El sábado se contacta Edgardo para avisarnos que subían con Nadia por el día, planeamos cruzarnos por la ruta de los restos del avión, para poder obtener mas información sobre el equipo a instalar.
Domingo a las 5 busco a Elo por Lules y a las 7 ya estábamos en la puerta de la casa del Mollar y salimos camino al puesto de Telecom, comenzamos a caminar a partir de las 7:45
Luego de unos metros hacemos la primera parada, Sebastián es geólogo y durante todo el recorrido nos explicaría las diferencias entre las diferentes rocas, nos explicaría de fuerzas de compresión, movimientos de placas, etc.
En ese momento recordé vagamente algo que decía el cuadernillo del CIM, tanto se disfruta del recorrido como se conoce sobre él. Recorrer nuevamente esas sendas, pero viéndola a través de nuestro compañero cambió la perspectiva.
Llegamos al refugio a las 17 hrs, luego de detenernos en la Vega, buscar un bidón que nos dejo Nadia y cargar el bidón que llevábamos nosotros.
El primero en llegar fue Sebastian, que apenas vio el Refugio quedo maravillado por el trabajo que se hizo en la reconstrucción, no podía creer que las placas fueron cargadas por socios que llevaban de a una o algunas veces de a 2 placas.
Hasta las 18 horas realizó trabajo de campo, mientras con Elo intentábamos preparar la merienda, tarea que no dio sus frutos ya que el anafe nos dio alguna dificultad.
El trabajo de campo consistía en mediciones de temperatura, buscar la superficie para ubicar la central, buscar puntos de anclaje, establecer ubicación por GPS, mediciones de Heliofanía.
Mientras esperábamos la puesta del sol para tener registro del horario, me comenta que escaló montañas en Europa y hace algunos años pudo escalar el Half Dome en época invernal en el parque Yosemite. (reitero…fue humilde en su presentación).
Cubiertos los trabajos de campo, surgieron las dudas de las posibilidades de ubicar la estación, ¿Qué pasa si la estación deja de funcionar? ¿Qué pasa si deja de transmitir? ¿Qué pasa si cae un rayo? Para cada pregunta intentamos darle la certeza de que algunos de los miembros del club podrían brindar ayuda.
A las 19:30 ya estábamos descansando, la luz de la luna llena entraría por las ventas del refugio…y también las ratas, se acostumbraron a nuestra presencia rápidamente ya que intentaban llegar a la comida que llevábamos o en su defecto caminaban (y comían) el aislante del techo.
A las 7 en pie, faltaba hacer la medición de la hora a la que el primer rayo de luz tocaba la zona donde instalamos imaginariamente la central, 7:30 el sol llego, con la medición lista, completó el libro del Refugio, firmamos (con sello de la Subdirección) y nos retiramos.
Agradable fue la sorpresa, mientras cerraba la puerta nuestro compañero se acercó al Refugio y le dio gracias por la noche tranquila.
Comenzamos a descender, la idea era volver por los restos del Avión, pero tomamos otra ruta y fuimos improvisando.
Llegamos al auto a las 13 hrs, lo dejamos en el Mollar y finalizamos la travesía
Sebastián Salazar