Quiero empezar este relato agradeciendo a Rubén Goñi por habernos buscado del rio Jaya y ayudado a solucionar el problema de logística que este tipo de expedición representa, además de haber estado del ‘otro lado’ con las comunicaciones. Entre otras de las cosas buenas que tiene esta pandemia, una de ellas es que, al no poder salir de la provincia, estamos obligados a usar la imaginación y descubrir nuevos lugares propios.
La expedición a Las Animas se realizó desde el dia 30/7 hasta el dia 4/8 del corriente año y los integrantes fueron Santiago Zapatiel Locazio, Marcos Villa Kenning, Nicolás Kusnezov y quien escribe, Ulises Kusnezov.
El miércoles 29 de julio salimos a la tarde noche hacia Tafí del Valle para poder arrancar al dia siguiente bien temprano…. Nuestro plan era: Tafí del Valle, cascada de los Alisos, Muñoz, Zarzo, Animas, Ciudacita y concluir el viaje en Alpachiri. Después de haber visto el itinerario en Google Earth y fabricado los correspondientes mapas topográficos que utilizaríamos para tener una idea de nuestro avance, calculamos caminar mínimo 10 km por día y, procuramos armar nuestras mochilas con el menor peso posible. Ya estábamos listos para comenzar…
30/7: Partimos casi a las 10 am y comenzamos el ascenso por la zona de la cascada de los Alisos. Subimos de forma muy directa hacia el punto más alto del cerro Muñoz, al cual no llegamos ese día, sino que armamos campamento en una vega a los 4050 ms., cerca de las 18 hs. La vista que teníamos del valle de Tafí era envidiable. Tiempo: 8 hs. Distancia: 8 km Ascenso: 1700 ms. Punto más alto: 4080 ms.
31/7: como todos los días, intentamos comenzar la actividad a las 9 am, y salimos hacia el punto más alto del Muñoz, al que llegamos en dos horas. Luego continuamos la marcha hacia el portezuelo de las Animas y hacia la cumbre del Zarzo, buscando el camino más tendido y siguiendo casi siempre, como en toda la zona de las Animas, vegas o cursos de agua que generalmente comienzan o terminan en hermosas lagunas. Hicimos cumbre pasadas las 17 hs. y hacia el anochecer establecimos campamento en el Abra del Toro. Fue una jornada larga pero clave en nuestro plan de avance y para los siguientes días. Tiempo: 10,20 hs Distancia:20 km. Ascenso: 1310 ms. Punto más alto: 4995 ms.
1/8: El cansancio de las dos jornadas anteriores se empieza a sentir y el ritmo baja. Luego de atravesar el abra del toro, el grupo se separa en dos. Nico y el Chapu Marcos deciden tomar rumbo sur, pero faldeando los cerros, lo que implica subir y bajar varios filos, casi todos bordes de circos glaciarios lo que le da una característica única al terreno…acarreo, grandes rocas verticales y mucha pendiente. Por otro lado, Santi y yo decidimos seguir mismo rumbo, pero subiendo algunas supuestas ‘cumbres’ de la zona (después ampliaremos el tema) y es asi como logramos subir el cerro Toro (4825 ms.) y el Despeñadero (4854 ms.). Unir estas cumbres por los filos era mucho más difícil de lo calculado ya que son muy rocosos y verticales. Para nosotros era imposible. Hacia las 17 hs estábamos junto a nuestros compañeros en el campamento todos descansando, hidratando y disfrutando de un omelette. Por suerte la altura no fue un problema en esta salida, al igual que el frio, ya que cuando salía el sol, la temperatura era alta. Tiempo: 5 hs Distancia: 10 km. Ascenso: 400 ms. Punto más alto: 4700 ms.
2/8: Nuevamente al comenzar la marcha con el sol y pasadas las 9 am, me separo del grupo, esta vez solo y voy hacia la cumbre del cerro Media Agua (4975 ms.) que siempre quise hacer ya que llama la atención desde el valle de Yokavil. En menos de 2 hs. me encuentro con Marcos y continuamos caminando. Hacia el mediodía nos encontramos con Santi y Nico y siguiendo unas vegas llegamos a una altura de 4600 ms. que nos dejaba al tiro para continuar hacia Tucumán el día siguiente. Tiempo: 7 hs. Distancia: 12 km. Ascenso: 900 ms. Punto más alto: 4675
3/8: subimos hacia un paso para Tucumán, y empezamos el descenso rápidamente por la bajada más directa. Este fue un error que luego no nos permitió llegar nunca más a La Ciudacita, ya que los faldeos y bajadas al rio eran difíciles o imposibles. Deberíamos haber recorrido un pequeño tramo por el filo más alto, como planeado, pero el cansancio de ese momento pedía empezar a bajar lo antes posible. Luego de comprobar que llegar a La Ciudacita no era una opción, empezamos a bajar por un filo que nos llevaría al rio Las Pavas. Encontrar una bajada y pasada a este rio fue complicado y se vivió con un lindo festejo. Luego empezamos un ascenso hasta un lugar de acampe, por una ladera bien vertical y de noche. Fue el tramo más difícil de toda la expedición y la incertidumbre de si llegaríamos a algún lado era grande. Estábamos en una situación interesante, de la cual, por el cansancio acumulado y el terreno, pudimos salir pasadas las 21 hs. Finalmente llagamos al lugar de acampe y descansamos. Estábamos con el agua justa pero las experiencias vividas, cuanto más difíciles, cuanta más incomodidad, más se disfrutan. Eso fuimos a buscar. Por otro lado, si bien es cierto que a mi me gusta que las cosas salgan lo más perfecto como planeadas, y me molesta un poco que plan que lo veníamos siguiendo a la perfección, se complique en los últimos días, agradezco que no hayamos encontrado la senda de entrada ya que pudimos conocer lugares muy lindos que nunca hubiéramos conocidos y haber vivido una experiencia ‘levantadora de vara’. Tiempo: 10 hs. Distancia: 17 km. Ascenso:750 ms. Punto más alto: 4971 ms.
4/8: Este último día lo comenzamos más temprano de lo habitual, a las 8 am. Disfrutamos de nuestra última mañana en la montaña sin frio y con una hermosa vista. Luego comenzamos el faldeo final que nos llevaría a la senda y e n 1 hs. ya estábamos transitándola. Estábamos finalmente en la senda que siempre habíamos querido transitar y conocer. Pasamos por lugares tradicionales e históricos del montañismo tucumano, vimos hermosa fauna y luego de caminar muchas horas a buen ritmo, llegamos al encuentro con Rubén, quien nos esperaba con una docena de medialunas, tan bien aceptadas por el chapulín y también por nosotros que decidimos romper con nuestra dieta cetogénica. Era un merecido premio. Tiempo: 10 hs. Distancia:28 km. descenso: 2530 ms. Punto más alto: 3200 ms.
Como conclusión está bueno destacar la hermosura de los lugares transitados y la soledad vivida. No se observó prácticamente rastro humano alguno, y poder relevar uno mismo esa zona tan confusa de nuestra geografía, es un lujo que pocos se pueden dar. La travesía en si no es sencilla ya que requiere buen estado físico y un estudio previo de la zona. También requiere saber desenvolverse en terrenos empinados y de acarreos y tener encima varias horas de montaña, sobre todo con la mochila pesada al hombro. Hemos podido comprobar, basándonos en normas internacionales de la UIAA, que ciertas cumbres en realidad no son tal y estaremos redactando un informe un poco más detallado al respecto en el futuro. También agradecer a la AAM por el equipo prestado, carpas, radios, etc. y nuevamente a Rubén por buscarnos al regreso. Por ultimo a mis compañeros, por su grata compañía y los hermosos momentos vividos. Ojalá siguiéramos perdidos por medio de Las Ánimas y no aquí, en esta ciudad horrible!
Ulises Kusnezov