El 26 de septiembre nuestros compañeros, Ibonne Tuczio, Alberto Melgratti y Rubén Goñi, estuvieron en el Refugio del Bayo
Les cuento que para mí escribir el relato de la salida es tan difícil como ir la Refugio del Bayo.
En realidad, tenía planeada otra salida, pero surgió esta y como siempre ir al Refugio es muy desafiante la tomé como tal, nos habíamos propuesto ir por el camino “directo”, Rubén e Ibonne partieron de San Miguel de Tucumán, después me pasaron a buscar por San Pablo, Llegamos al Galpón de Telecom, y desde aquí son 5 km. hasta el Refugio, es la más directa.
Les comento que ni Ibonne, ni yo habíamos subido antes por aquí, Rubén lo había hecho, pero comenzando un poco más adelante, no tan directo. En lo personal, me había propuesto llevar más peso del necesario, para probarme, en el peor de los casos descargaba el agua y aliviaba la carga, el propósito era también, dejar un bidón con 5 lts. de agua en el Refugio, ya que no íbamos a tener tiempo de acarrear desde la vega.
El clima era ideal para hacer montaña, un poco de viento, pero con el esfuerzo es un alivio. El paisaje por el filo es maravilloso, uno se para para recuperar fuerzas y mira hacia atrás un paisaje único. Hay una vega, que hasta los 3.400 metros nutre de agua, aunque seguro está congelada para el invierno. En todo este recorrido no hay senda, lo que significa que hay que estar bien atentos al rumbo y a dónde pisar, en algunos lugares está todavía el pajonal de altura ocultando las piedras.
Pudimos sostener el ritmo y cuando nos quedaba todavía una hora de caminata, aparece la antena de Telecom, no pudimos evitar nuestra expresión de alegría, ya estamos cerca!!. Después de 5 arduas horas de caminar y disfrutar la montaña llegamos a nuestro otro hogar (al comienzo sopló algo de viento, pero después disminuyó) posteriormente de disfrutar de nuestro pequeño almuerzo, hacer llamadas telefónicas, ahora ya le incorporamos video llamadas por whatsapp, e inspeccionar las condiciones del Refugio y leer con emoción el libro del Refugio, el testimonio de quienes lo visitan, y en especial queremos agradecer lo escrito por el Jefe del Cuerpo Activo de los Bomberos Voluntarios de Tafí del Valle, Jesús Ulises Choqui, lo que nos estimula a seguir más comprometidos aún, con este lugar.
Recuperamos fuerzas y nos dispusimos a bajar por la ruta tradicional, la de la “piedra grande”. Cerca de la piedra que se utiliza como refugio surgió el “alpapuyo” pero pudimos bajar sin problemas a las 19hs. como habíamos previsto. Cada uno tenía un desafío personal en esta expedición, pero coincidimos que en esta ruta uno puede disfrutar más del paisaje y la naturaleza (pudimos ver el vuelo de un par de cóndores muy cerca y de dos liebres escabulléndose por las piedras al advertir nuestra presencia). Como siempre es gratificante compartir con Rubén e Ibonne y disfrutar de nuestra pasión por la montaña.
Alberto Melgratti