Por nuestros compañeros: Cecilia Valle, Fernanda Albertus, Ricardo Gramajo, Sebastián Leal, Gonzalo Arias, Adrián Toledo y Rubén Goñi
Mensaje 04/01 de Rubén: “Fernanda te quería comentar que estoy armando una ida al Morado el fin de semana”. ¡Este mensaje es el mejor mensaje que un Montañista desea recibir!!! Esta montaña será la primera del año, la primera de muchas (siendo muy optimista frente a la situación social que atravesamos)
Salimos el día viernes a las 16:30hs, lo programado era para las 16hs, pero surgió un imprevisto de “rueda pinchada” para reparar e ir seguros. Llegamos al Puesto de Tadeo Herrera en Ampimpa a las 19:30hs, donde el dueño de la casa nos recibió muy cálidamente permitiéndonos dejar los vehículos y acampar cómodamente. Digo cómodamente porque había ladrillos para sentarse, un suelo suave para las carpas, el clima optimo, agua para beber, donde se pudo apreciar la puesta del sol y las estrellas al anochecer. Si levantábamos la mirada hacia los cerros se podía observar nuestro largo camino a recorrer… Rubén realizó la planificación de la salida, donde lo designamos a Ricardo como guía (independiente que todos teníamos el Track en nuestro teléfono móvil). Ricardo aceptó y lo tomó con una tremenda responsabilidad para destacar durante todo el recorrido de ida y vuelta.
Acordamos en empezar a caminar el día sábado a las 6hs, nos levantamos a las 5hs, pero tuvimos una demora de 30 minutos para desayunar y acomodar las cosas y disfrutar de los últimos momentos en ese hermoso lugar porque nos esperaba el día más difícil de la Senda Cuesta de la Cruz, en ascenso constante para atravesar el filo hasta la Laguna de los Amaicheños.
El desafío era ascender de 2.475 msnm (altura del puesto) a 4350 msnm donde nos encontraríamos con la Laguna. Empezamos nuestra caminada con el clima característico de la zona- árido y seco- con vegetación espinosa con la presencia de cactáceas (catus) y cardones que nos acompañó todo nuestro recorrido por el valle… Luego de un ascenso largo y paulatino de mucho esfuerzo físico con nuestras mochilas con peso, llegamos a la Laguna de los Amaicheños aproximadamente a las 17hs. Siempre las llegadas “son tramposas” porque uno piensa: luego de esta colina es, y no, es la otra y así… había que atravesar una vega, hasta su final para llegar, mi compañero Ricardo Gramajo, cargó mi mochila los últimos 100 metros porque estaba muy cansada y un poco resfriada, lo que hizo que me bajara la presión, durante todo el recorrido Ceci estuvo conmigo, acompañándome, gracias al apoyo de los dos pude llegar.
Ahí armamos las carpas sobre el arenal que circunda la laguna, un bello lugar, luego realizamos una “merienda” apreciando el atardecer y agradeciendo la posibilidad de estar ahí.
A la mañana del domingo pusimos las alarmas a las 4 y 30 hs am, para empezar a caminar a las 5hs, sin desayunar, porque queríamos asegurar la cumbre y volver tranquilos, con tiempo a los autos. Comenzamos con el ascenso a El Morado, llegando todos al hermoso refugio a las 6:20hs, pudimos apreciar un hermoso amanecer, con una vista de 360 grados, sacamos las fotos para dejar testimonio de nuestra presencia y de ese bello paisaje. Luego iniciamos el descenso hacia el campamento donde desayunamos y preparamos todo para regresar al Puesto de Tadeo.
Iniciamos el descenso a las 8:40 hs de la mañana y llegamos al Puesto a las 15hs, los primeros y a las 16 hs. el resto.
Durante toda nuestra travesía y largo caminar, nuestro compañero Adrián nos deleitó con su humor y canto a capela, además de largas conversaciones donde todos nos conocimos un poquito más, pero lo valioso de esta salida fue la unión la solidaridad y el compromiso grupal. ¡Gracias a todos! A la espera de otro mensaje…
Fernanda Elizabeth Albertus