Expedición hecha por nuestros compañeros: Ana Boschetti, Cynthia Pérez Mac- Gibbon, Fernanda Albertus, Alejandro Albornoz, Pepe Martin, Alberto Melgratti, Sebastian Leal, Adrián Toledo
Hay actos- propuestas que nos conectan con la vida y nuestro deseo de Ser- Montañistas… Esta expedición al Volcán Tuzgle ubicado en la Puna de Atacama, Departamento Susques de la Provincia de Jujuy, cerca del límite con la Provincia de Salta. Nos había quedado pendiente de la Expedición al Nevado de Acay que realizamos en el mes de diciembre del 2020 porque el camino por la ruta del Viaducto La Polvorilla en San Antonio de los Cobres- Salta que nos lleva al campamento base del Volcán solo es posible- preferible- sugerible transitarlo en un vehículo camioneta por la complejidad del terreno, porque en diciembre no habíamos advertido de esta dificultad, nos habíamos trasladamos en autos, lo que nos impidió realizarlo.
Nuestro compañero Alejandro nos propone la expedición con una fecha, la cual estuvimos de acuerdo y arreglamos nuestros asuntos laborales y personales para poder concretarla. Por decisiones personales para aclimatar y poder “hacerle frente a la Puna”, Alberto Melgratti- Sebastian Leal- Adrián Toledo partieron el día jueves para San Antonio de los Cobres que se encuentra a una altura 3760 msnm, el resto del equipo salió el día viernes al medio día y nos encontramos en el campamento base a las 20hs con los chicos, el mismo se encuentra a una altura de a 4530 msnm.
El campamento está ubicado en una lengua de estratos de lava endurecida, alternando con capas de piroclastos (fragmentos de roca ígnea volcánica solidificados en algún momento), muy “pintoresco”. Esa noche disfrutamos del hermoso clima y de la luna que siempre nos acompaña en todas nuestras salidas como fuente de energía luminosa. El día sábado nos levantamos a las 5:30hs para tomar algo caliente, preparar el equipo y empezar con la travesía. Después de ascender con los vehículos 200 m., empezamos a caminar a las 6:45 por una huella vehicular hasta los 5082m, pero también se puede subir derecho por la ladera, en lo que configura una suerte de arista poco marcada, durante el recorrido fuimos alterando las bifurcaciones. Desde esa altura la nieve fue nuestra compañera de ruta…
Cuando nos acercamos a la altura aproximada de 5250 msnm nos encontramos con una ladera imponente cubierta de nieve y piedras, el cual fue un doble desafío frente a la posibilidad de hundirnos mientras caminábamos o hacer una mala pisada y correr algún riesgo de lesión; nuestra compañera Cynthia nos advirtió de la posibilidad en función de su larga experiencia como montañista, pero todos decidimos asumir el riesgo, un riesgo que es de compañerismo y solidaridad, nunca en soledad, solo nuestro compañero Alberto decidió no subir, el cual nos esperó en un lugar resguardado.
Empezamos “El desafío de la trepada cubierta de nieve”, que nos acompañaría hasta la cumbre más el sol, ¡pudimos cumplir con nuestro objetivo! ¡CUMBREEE! a las 11hs aproximadamente de Cynthia, Adrián, luego Ale y yo, minutos después Sebastián… una visión y un paisaje admirable e impotente, descansamos, disfrutamos, hicimos nuestras sesiones fotográficas (no pueden faltar) para guardar el recuerdo de la experiencia.
Cuando emprendimos nuestro regreso, nuestros compañeros Ana y Pepe estaban llegando a la cima, por el cual Cynthia, Adrián y Alejandro decidieron acompañarlos e hicieron nuevamente cumbre con ellos para celebrar ese gran logro, junto a Sebastián emprendimos la bajada para ir acompañarlo a nuestro compañero Alberto y corroborar que se encuentre bien y así fue.
Hasta la cumbre caminamos 7, 83km, subiendo un desnivel de 887m. El primer grupo llego a campamento a las 15hs y el segundo a las 17hs, todos en buen estado físico pero agotados por la nieve y el sol. En este momento decidimos ir a hospedarnos en San Antonio de los Cobres para celebrar el logro de nuestro objetivo.
Mi cierre fue la cena del guisito de lentejas que siempre prepara mi amiga Ana con un vinito Amaicheño, disfrutando de la compañía de este equipo de amigos… El día domingo nos levantamos a desayunar y emprendimos la vuelta, todos llegamos bien a nuestras casas para poder compartir con nuestros afectos…
Para terminar, personalmente a las Expediciones me gustan llamarlas “Experiencias: actuar nuestros deseos, vivirlos, sentirlos en el cuerpo, a veces sufrirlos para aceptar y revisar nuestros límites y posibilidades a fin de encontrarnos con nosotros mismos y crecer en compañía de los otros”. Hasta la próxima… ¡que será muy pronto!
Fernanda Albertus