Hoy presentamos este video, realizado por nuestro equipo audiovisual EPA, conducido por nuestra compañera Patricia Verón a quién agradecemos por este trabajo.
El Refugio del Bayo, desde el primer momento que se acercó el biólogo Hugo Salas a nosotros, se lo tomó como un compromiso para nuestro Club, ya que armonizaba con los objetivos con los que el mismo había sido creado. Recuperar la tradición de los clubes de montaña de Tucumán, que nos había sido transmitida. Crear Refugios de Montaña.
En ese momento parecía algo bastante difícil, pero si es por algo que nos buscó Hugo Salas, confesado por él mismo, fue por eso, porque vio en nosotros, en la AAM, un grupo humano, responsable, comprometido y serio para encarar este desafío.
Encarar un trabajo a 120 km de San Miguel de Tucumán, a los que hay que agregar 6 horas de caminata, con 1.350 metros ascenso, a 4.350 metros de altura, donde desde al agua, todo hay que llevarlo no iba a ser sencillo, pero la utopía de que lo podíamos hacer, nos movilizó.
En el mes de mayo de 2017, comenzamos con el relevamiento del mismo, para ver el estado de la construcción. La solidez de lo que estaba en pie ilusionaba a pensar que eso podría ser algo que se merecía el esfuerzo, sus paredes hechas en piedra, de 40 cm. de espesor, si bien presentaban deterioros importantes, eran posibles reconstruirlas.
El presupuesto era escaso, pero las ganas de recuperarlo eran grandes. Había que buscar personas del lugar que estuvieran en condiciones de trabajar en la altura.
Los trabajos se dividieron en dos etapas, la primera fue la reconstrucción de los muros, el apuntalamiento de los dinteles y las paredes de la entrada. La segunda etapa fue el traslado de la puerta, los materiales para el techo y la reconstrucción del mismo.
A partir de esto, ya con fondos propios del Club, se comenzó con un plan de proveerlo al Refugio de mejor habitabilidad. Para ello se planteó un programa para garantizar la presencia de agua en el mismo, con el llenado de 5 bidones de 25 litros. Dejar las instrucciones donde está la vega, con las indicaciones para llegar. Comenzar a dejar comida, para proveer a las personas que lo vayan a necesitar en la emergencia, algunos elementos para cocinar y para realizar la limpieza.
Se llevaron a cabo todas las gestiones necesarias para dotar al Refugio de paneles solares, lo que lo pudimos concretar en el mes de mayo de 2019, prácticamente a los dos años de haberlo visitado por primera vez.
En el mes de julio de ese año, hubo que hacer una intervención de emergencia sobre el techo, los anclajes no se habían realizado con la suficiente solidez, para enfrentar los fuertes vientos en la pampa del Bayo. En esa emergencia, se demostró una vez más que hay un equipo y una conducción. En un dia se llevó adelante el destechado y vuelto a techar colocando anclajes suficientes que hasta ahora siguen soportando bien todas las inclemencias.
Y a partir de haber solucionado esto, se encaró otra actividad dedicada a seguir mejorando al Refugio, se realizó un llamado a todos nuestros socios a realizar una campaña para dotar de un piso de goma aislante para el piso. No solo se consiguieron los fondos, sino que hubo gestos de compañeros que compraron 2 placas, aunque quizás nunca vayan a ir al Refugio
Y el otro compromiso fue llevarlas hasta arriba, fueron 10 kilos llevados por los compañeros, algunos hasta arriba, otros haciendo relevo y en algunos casos hubo compañeros que llevaron 2 placas juntas, hasta los 4.350 metros.
También lo hemos dotado, con fondos propios de una mesa y 6 banquitos para tener una comodidad más en la estadía allí
El año 2020 y este 2021, no ha sido sencillo para realizar y concretar los proyectos que tenemos para el Refugio, han quedado sin poder terminar otras mejoras que vamos a tratar de concretar. De todas maneras, ya se ha logrado cambiar el panel solar, poner el que se había llevado de reemplazo y en una ubicación mejor para evitar la acción del viento. Vamos a completar la colocación del techo suspendido de telgopor y el cierre con espuma de poliuretano, en lo inmediato.
La Asociación Argentina de Montaña sigue gestionando este Refugio para cobijo de montañistas, rescatistas, bomberos, camperos, investigadores y personas en emergencia, es decir para todos aquellos que deseen hacer un uso responsable del mismo