Cumbre en el Aconcagua por la Ruta Normal, Quebrada de los Horcones (Expedición desde el 27 de enero al 10 de febrero de 2022).

Por nuestros compañeros: Fernanda Elizabeth Albertus, Adrián Jorge Domínguez y Fernando Carrizo.  

“La vida posee un solo sentido, poder jugársela

y jugarse la vida tiene algo de apuesta”

J.E. Lacan

“Ninguna fuerza abatirá tus sueños porque ellos se nutren con su propia luz, se alimentan de su propia pasión”

Atahualpa Yupanqui

“Era una mañana de la primera semana de enero cuando me llega un audio de mi amigo Adrián: Fer, con Fer Carrizo. vamos a ir al Aconcagua a fin de mes y pensamos en vos, queríamos invitarte”. En ese momento me paralice emocionalmente, mi corazón latía a mil por hora porque pensaba en la confianza y en la fe que tienen mis amigos hacia mí, para invitarme a realizar “tales hazañas”. Lo pensé un par de días, hice una evaluación personal: ya tenía experiencia en montañas arriba de los 5000 hasta 6000 (Volcán San Francisco 6.016- Nevado de Chañi 5.930, El Clavillo o Bolsón 5500, La Cumbre del Morro del Zarzo 4996, Nevado de Acay 5750, Volcán Tuzgle 5515, entre otros). Recorrido realizado desde mis inicios en la AAM (CIM 2019).

En diciembre del año 2021 formé parte de la Expedición Volcán Monte Pissis por la Rioja, donde estuvimos acampando por 5 días a los 5500 msnm sin sentir mal de Alturas y había sido una travesía que nos había dejado exhaustos por el viento, el frío y la carga de más de 25 kilos de la mochila, uno de mis compañeros mencionó en ese momento: “bienvenidos a los campamentos de alta montaña” y me pregunté por primera vez desde lo más profundo de mi ser: ¿deseo hacer esto toda mi vida? ¿Hoy?

Por otra parte, mis amigos ya tenían experiencia arriba de los 6000: Fer con Adri habían realizo juntos El Nevado de Cachi (6356 msnm) y Adrián con otro equipo de compañeros ya había realizo el Nevado Ojos del Salado 6891 msnm y Volcán Llullaillaco 6.723 msnm, entre otras cosas. Entonces era formar equipo con estos dos grandes amigos a los cuales “admiro mucho” como personas y por sus valores humanos. Decidí autorizarme a realizar este gran desafío de 14 días en base a mi experiencia- entrenamiento diario personal, a seguir subiendo en altura y la complejidad física que implicaba, entonces en ese momento respondí a mi pregunta ¿deseo hacer esto toda mi vida? Sí, quiero; ¿deseo tomar el riesgo? Sí, quiero.

Hay una frase que dice: “Como si las montañas hubieran decidido cubrir el miedo de nosotros los caminantes”. En la Montaña “todos mis miedos, fantasmas y monstros de la vida desaparecen”. Para cada uno tendrá un significado particular, único.

Además, porque tengo como bandera la frase de Lacan escrita al inicio: “La vida es una apuesta, una apuesta permanente por nuestro deseo en acto, la vida es un camino a recorrer y decido recorrerlo por las Montañas. El Desafío y la apuesta es con uno mismo, “la mirada” siempre es hacia adentro, nunca hacia el afuera.

Entonces luego del “Sí” empezamos con las averiguaciones y trámites administrativos, paralelamente conservábamos, pedíamos sugerencias y colaboración a nuestros compañeros con más experiencias: Nicolás Kusnezov, Ulises Kusnezov, Andrés Suarez, Aldo Falco, miembros de la AAM.  

El ingreso al Parque, es por normativa vigente, contratando una empresa de servicios básicos, la cual gestiona los trámites administrativos y presenta la documentación. Nosotros contratamos a la Empresa LANKO, el servicio de una Mula con una carga de 60 kilos a un valor de 440 Dólares (subida y bajada) hasta Plaza de Mulas y tenías acceso a un lugar para acampar, al agua, baños y domos comunitarios para poder estar allí y cocinar (en estos lugares ocurrían los encuentros y charlas federales con montañistas de todo el país). Nosotros solo llevaríamos los elementos básicos: carpa, bolsa de dormir, ropa de cambio, comida de marcha, anafe y marmita para el primer campamento de aproximación Confluencia 3400 m.s.n.m.

Las mulas son las protagonistas más importantes de esta travesía, son los animales que sacrifican su vida por el trabajo exhausto que tienen allí: realizan un viaje por día de una duración de 4 horas con cargas y sobrecargas, sin ellas, las personas que deciden permanecer en el parque, durante 10 o 15 días, no podrían hacerlo, por el cansancio físico que conlleva.

Las mulas solo llegan hasta el Campamento Base, luego si uno desea puede contratar el Servicio de Porters privado que se encuentra en el Parque. Los requisitos sanitarios para el ingreso fueron: Esquema de vacunación completo, DDJJ COVID- 19, Apto físico para actividades de alto rendimiento, Test de antígeno rápido efectuado dentro de las 72hs previas al ingreso al parque, Aceptación del Riesgo- Deslinde de Responsabilidades del Parque.  

Particularmente tengo un hábito personal de realizarme chequeos médicos anuales, donde incluyo el examen médico cardiológico. Esas semanas anteriores saque turno con mi Querido Doc. Gonzalo Rojo, para realizarme el electrocardiograma y ergometría anual, ambos estudios salieron bien, el Doc.  autorizó y firmó mi Apto médico. 

Entonces realizamos una planificación de ascenso o transiciones que fue dialogada con Ulises, con sus sugerencias. Lo mismo sabíamos que in situ tendríamos que tomar nuestras propias decisiones.

Partimos el día jueves 27 de enero a las 16hs y pernoctamos en Chepes, La Rioja. El día viernes desayunamos y partimos para Mendoza Capital, donde se encuentra la Oficina de la Empresa LANKO que contratamos.

El día viernes 28 tuvimos un imprevisto con el vehículo en el que íbamos (de Adrián), hubo que dejarlo un par de horas en un servicio técnico, aprovechamos para hacer la compra de la comida para los días siguientes. Esa noche nos hospedamos en el Refugio de Montaña Mundo Perdido, por la Ruta Nacional 7, a kilómetros de Penitentes.

El día sábado 29 a las 10hs fuimos a dejar las cosas para las mulas en Penitentes (comida para los 10 días, botas dobles, grampones, garrafa, ropa de abrigo), a las 11hs ingresamos al Parque y teníamos al frente la Quebrada y Valle de los Horcones, el Helicóptero de rescate disponibles para todos los andinistas, que además se encarga del trasporte de gestión para las empresas, gestión de residuos y evacuación de materia fecal por decreto del parque.  

Realizamos el check-in, nos mencionaron unos lineamientos generales y nos brindaron una bolsa personal de basura que a la salida del parque había que entregarla. Luego dejamos el vehículo en el estacionamiento del parque.

Empezamos a caminar a las 11:30hs frente a lo que es la inmensidad del Parque que posee valores arqueológicos, incluso el mismo Aconcagua era un sitio ceremonial de los incas, razón por la cual forma parte del sistema vial andino “Qhapac Ñan” –Camino del Inca- ,declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Pasamos el sendero de la Laguna de los Horcones, por el Mirador donde realizamos un par de fotos, por el puente colgante donde hay una enorme apacheta que marca el camino hacia el Primer Campamento de Aproximación Confluencia 3400 m.s.n.m. llegamos allí luego de una caminata en ascenso de 3 horas, la imagen es impactante, pensaba: ¡lo que siempre vi en fotos, por la televisión o en las películas, ahora está al frente de mis ojos!

Primer Campamento de Aproximación Confluencia 3400 m.s.n.m: llegamos a las 15: hs aproximadamente, pasamos por Guardaparques para registrarnos y acordar horario para la revisación médica, luego la empresa Lanko nos recibió en su domo comunitario con jugo, agua fría, agua caliente, galletas dulces y un budín casero, nos indicó en qué lugar podíamos armar la carpa. Como primera acción, armamos la carpa, luego fuimos a descansar, tomar mates, disfrutar de ese hermoso lugar, pasamos el control médico, todos estábamos muy bien y empezamos a compartir con otros montañistas de otras provincias. Pernoctamos allí una noche.  Partimos al otro día a las 9:30hs a Plaza de Mulas luego del desayuno, desarmar la carpa y armar la mochila.

Campamento Base Plaza de Mulas 4300 m.sn.m: llegamos el día domingo 30 a las 16hs, luego de una extensa caminata de 8:30hs de duración (pasando por playa ancha, piedra Ibáñez y la cuesta brava (demasiada brava) en la cual, luego de la subida te hace volver a bajar y subir de nuevo (¡muy cruel!).

Estuvimos allí 5 días, 4 noches, donde vivimos y compartimos momentos inolvidables de nuestras vidas, momentos de confianza y confidencia, además dialogábamos con otros montañistas del país: pampeanos, mendocinos, entrerrianos, guías de montaña que nos brindaron su apoyo y su saber ¡muy generosos! (Armando Chuichuy- Matoco Erroz- Arkaitz Ibarra Martínez) además intercambiamos con un club de montaña de Olabarría Buenos Aires.

El proceso de adaptación del cuerpo en la montaña requiere de varios pasos: ir subiendo en altura progresivamente, la buena alimentación y la hidratación diaria. Todos esos días tomamos 5 litros de agua por recomendación médica. En relación a la comida, no hubo una planificación previa, entonces ¡nos faltó!, pero estando allí, descubrimos que en ese universo paralelo que es el Aconcagua, lo que prevalece “es la empatía y solidaridad”. Entonces recibimos donaciones del Club de Montaña de Olabarría, y otros compañeros con lo que compartíamos diariamente.

En relación a la geografía del lugar, la flora y fauna, el tiempo y el clima, ¡Como describirles! Ojalá lo puedan apreciar en las capturas fotográficas: amaneceres bajo cero, luego la salida del sol, lluvia, nieve, puesta del sol. Desde plaza de Mulas se observa la Cumbre, esa inmensidad de sueños y anhelos por llegar (Al finalizar el relato les comparto unos links para que puedan informarse sobre este tema). 

Cuando llegamos a Plaza de Mulas, tuvimos que volver hacer el ckeck in, y revisación médica. Para la misma nos dieron turno para el tercer día por la cantidad de personas que llegaban diariamente al parque. Además, nos brindan una bolsa para evacuación de materia fecal en los Campamentos 1 y 2, si uno no cumple con esa normativa, hay que abonar una multa en pesos. Luego a la bajada a la bolsa se la entrega a los Guarda parques.

En esos días fuimos a portear agua y equipo para el Campamento de Aproximación Plaza Canadá a los 5000 msnm, a fin de que el día de la transición a Nido de Cóndores, subamos la primera parte con menos carga y además para aclimatar e ir registrando las sensaciones en nuestro cuerpo sobre la adaptación a la altura progresiva. Ese mismo día regresamos a Plaza de Mulas, fue una caminata de 2:14hs.

Además, desde allí se puede ir al Cerro Bonete de 5.050 msnm, pero preferimos quedarnos en el Campamento Base a descansar y compartir con los montañistas que habíamos conocido.

Luego el día viernes según lo planificado, conversado y decidido, emprendimos la transición a Nido de Cóndores a 5560 msnm, aun contra un pronóstico desfavorable de ese día, y día siguiente: llegamos con un vendaval de nieve con toda la carga que necesitábamos para los últimos días, armamos la carpa con el frente de la tormenta, como no había agua potable, derretimos nieve, toda esa tarde, para ese día, el sábado y el domingo. Las vistas desde los Campamentos son muy conmovedoras y emocionantes, únicas, para todos nosotros que nos apasiona el paisaje de montaña.

En la medida que uno va ascendiendo, las emociones y sensaciones también lo hacen en el cuerpo: felicidad, ansiedad, miedo, alegría, risas, preocupación, felicidad, pero lo bueno del transcurrir en un equipo es que todo se comparte y se condensa en nosotros mismos, con una mirada, una palabra o una escucha tranquilizadora para el alma.

El día domingo 6, cuando desarmamos la carpa y preparamos las cosas para desplazarnos al último Campamento 2, Cólera a 5970 msnm según lo planificado, mis compañeros me propusieron que ascienda con las botas triples y grampones a fin de que me enseñen a caminar con los mismos, ¡porque yo no tenía experiencia!, fueron 3 horas arduas de ascenso, cansancio y aprendizaje. En el último tramo de esta subida, a metros de la base, se presenta el desafío de trepar con la ayuda de un cable de acero por el desnivel muy pronunciado (una pared de roca) y la nieve congelada, ¡todo un desafío para nuestra mente y cuerpo!  

Físicamente nos sentimos muy bien a pesar del cansancio físico esperable. En Campamento 2, la falta de oxígeno se empieza a sentir, pero no fue nada grave para nosotros, nada que nos llame la atención a nivel del cuerpo y de nuestras experiencias previas.

Llegamos aproximadamente a las 17hs, con sol, un poco de viento y mucho frio, descongelamos nieve, nos acomodamos y debatimos posibles escenarios para el día siguiente para atacar cumbre:

-Fer. Albertus: Chicos si yo no me llegara a sentir bien, los espero allí o si hay algún guardaprque bajo con el mismo, y ustedes siguen.

Fer. Carrizo: No Fer, nadie se quedará, a cualquiera nos puede pasar y si llegara a suceder, yo me quedo con vos y Adrián sigue hasta la cumbre con la Bandera, pero sola no te vas a quedar.

-Adri. Domínguez: o llegamos los tres o no llega ninguno.

-Fer. Carrizo: mañana seremos solo “1”, además nos sentimos bien, estamos aclimatados, ninguno tiene síntomas, ¡juntos llegaremos! Paso a paso, si sin apuro.

Contábamos con todo el equipamiento necesario para afrontar los – 31/-35 grados de temperatura, nunca sentimos frío. 

Personalmente fue un momento muy emotivo, de lágrimas que querían salir por miedo, ansiedad, felicidad de haber llegado allí, de sentirme tan bien física y mentalmente (“digamos” jajaja); de lágrimas al escucharlos a mis compañeros, de su contención y afecto, esa sensación única, que pasa en el cuerpo, que es la VIDA. El Seremos Solo 1 de Fer, fue nuestra pasión y deseo por la montaña, como elección de vida, como unión de tres personas que se conocen, aceptan, respetan, toleran, valoran, con un objetivo personal y colectivo (AAM- Familia- Amigos- Personas que nos brindan su apoyo).

El Domingo 6 a las 21:30hs ya estábamos durmiendo. Nos despertamos a las 2:30hs am ya del día lunes 7, desayunamos, nos preparamos con la ropa, mochila y las emociones que nos desbordaban por sentirnos tan bien físicamente, sin el mal de altura. Empezamos a caminar a las 4:20- 30hs am, con un ritmo lento, paulatino y continuo. En alta montaña sucede que no podemos hacer muchas paradas o detenimientos porque el frio se siente y mucho, pero los tres estábamos muy bien de abrigo.

Empezamos el Ascenso, atravesamos Refugio Independencia, Portezuelo del Viento, La Gran Travesía, La Cueva, La Canaleta (allí cometimos un error de sacarnos los grampones porque en ese momento bajaba una joven sin ellos y nos informó que no iba a haber problemas, no fue así, era imposible caminar sin los grampones por el hielo en las piedras). Hacia frio, pasaban los grupos, era un camino angosto, había que detenerse, y nos demoramos en sacarnos, guardarlos, sacarlos de nuevo, aproximadamente 40 minutos. – 

Llegamos a la Cumbre a las 13:15hs, ¿Cómo describirles ese momento? Fue un momento de abrazar- nos, llantos de felicidad, mucha alegría que atraviesa el cuerpo y la mente. La vista es inmensa, magnifica. La sensación era de abrazar fuerte esa cumbre, ese lugar, ese momento, esa imagen. Permanecimos allí hasta las 14:30hs, sin malestares solo sentíamos mucha paz y regocijos internos, propios, de todo lo vivido, de todo lo experimentado y compartido. En ese momento se encontraba en la Cumbre el Guía de Montañas Matoco Erroz, el cual nos realizó la captura grupal.

Añado aquí algo en relación al clima, algo muy importante, que es “La espera de la ventana de la Cumbre”: es una espera angustiosa, ansiosa que pone a prueba nuestra tolerancia a la frustración, porque se va moviendo a cada hora, a cada día, donde hay que intercambiar con los otros sugerencias y opiniones. Para el día lunes 7 pronosticaban una ventana que podía adelantarse o atrasarse, nosotros tres nos jugamos por ese día y fue un hermoso día de sol. El sol nos acompañó en toda nuestra travesía, aunque tuvimos días de lluvia y nieve en Plaza de Mulas.  

Luego emprendimos el descenso con mucho cuidado y cautela, además porque sentíamos el cansancio físico, llegamos a Cólera a las 17:30hs aproximadamente. Nos acostamos a dormir hasta el otro día. Amanecimos el día martes 8 a las 9hs, desayunamos, ordenamos el quipo, desarmamos carpa y a las 11hs descendimos a Nido de Cóndores. Allí habíamos dejado unas botas- zapatillas para cambiarnos, lo cargamos y descendimos a Plaza de Mulas. Pernoctamos esa noche y el día miércoles 9 descendimos a la entrada del Parque, donde estaba el auto. Esa noche nos hospedamos en Uspallata, y celebramos con una parrillada y un par de vinos. Al día siguiente emprendimos el regreso sin dificultades, llegamos sin problemas a nuestras casas.

Llegamos al auto y dijimos: ¡Lo logramos! Otra vez llanto- jajaja-, otra vez las emociones de pensar que otra vez salió como lo esperábamos, realizando todo paso a paso, sin apresurarnos, confiando en nosotros y en la toma de decisiones. Fueron 13 días- 12 noches de Campamentos y compartir la vida en una carpa, sin dudas: ¡Inolvidable! Agradecida enormemente a mis amigos y a nuestro Club, la Asociación Argentina de Montaña que posibilitó esta salida a través del acompañamiento logístico y humano. 

Para Finalizar pensé: ¡Qué apuesta es la Vida! Hay que seguir apostando y jugándonos por nuestro Deseo…

Tengo que agradecer el préstamo del equipo que mis compañeros me hicieron con absoluta confianza y generosidad, sin sus pertenencias no habría podido ir: Sandra Herrmann (Botas triples The North Face) Juan Pablo Barilari (Bolsa de dormir Himalaya- Makalu) Eloisa Quiles (aislante térmico para la bolsa) Sebastián Muñoz (Mochila SUMMIT The North Face). ¡Gracias, gracias!

Para concluir, les pido disculpas por la extensión del relato, ¡Como nos cuesta irnos de aquellos lugares que nos brindaron felicidad, paz, abrazos, cariño y amor!, difícil cierre.

Pero será hasta la próxima aventura…

Besos y cariños

Fernanda Elizabeth Albertus

Páginas web recomendadas de información turística y general:

https://www.mendoza.gov.ar/aconcagua/

https://es.wikipedia.org/wiki/Aconcagua

https://www.lanko.com.ar