Ayer 14 de noviembre, se dio una circunstancia muy agradable en nuestra reunión de los días miércoles, en nuestra sede. Acompañados siempre por la cena preparada por nuestros compañeros Adriana y Aldo
Hemos tenido la presencia de los dos amigos queridos juntos en nuestra casa, Ulises, y su compañero de cordada Matías Marín, gran compañero y amigo nuestro.
Por supuesto, de donde venían? De subir El Clavillo (o Bolsón) 5.552 metros de altura, con unos clientes. Estaban como recién llegados de un paseo. Unos días antes hicieron el San Francisco en la Cordillera con los mismos clientes y ya que el tiempo no les permitió hacer el Inca Huasi, se vinieron a Catamarca, a los Nevados del Aconquija.
Escucharlos a estos dos compañeros hablar con tanta naturalidad y sencillez su logro en el Manaslu, no deja de sorprendernos. Si bien Ulises ya nos había contado en su relato lo que fue esta experiencia, escucharlo a Matías, fue descubrir a una persona con otra impronta que enriquece nuestra visión del montañismo y sus desafíos.
Desde Buenos Aires hacer montaña, no es sencillo, allí no hay nada de montaña interesante para alguien que quiere hacer Alta Montaña.
Por ello, su formación tuvo que pasar por un camino más largo y de mucho autoaprendizaje, hoy con los logros conseguidos, lo convierte no solo en un montañista de elit, si no en una persona
Las fotografías corresponden a nuestro compañero David Nardelli
dispuesta a ayudar a aquel que esté decidido a resignar las comodidades de una gran urbe, para enfrentar los desafíos de poder haber llegado a un 8.000 con todo dispuesto para seguir creciendo
Matías, muchas gracias por tu presencia en nuestra casa, y muchas gracias por tu sencillez y compañerismo con todos nosotros. Esta es tu casa