Cumpleaños Nº 89 de Doña Rosa Soria de Caro

Relato escrito por nuestro socio Luciano Fracassi Caro, nieto de Doña Rosa, a quién agradecemos hacernos compartir este cumpleaños. Doña Rosa, mujer ejemplo de lucha y tesón del Pueblo de Talapazo, sitio al que nuestro club ha visitado en varias oportunidades

Doña Rosa

Luego de un tiempo sin poder tomar parte de las expediciones organizadas por la Asociación, el mes de enero se presentaba con una oportunidad para reencontrarme con esta actividad que tanto disfruto. El destino, Talapazo, un pintoresco pueblito perdido en medio de las Sierras del Cajón o Quilmes. El objetivo, el cumpleaños de Doña Rosa Soria de Caro, mi abuela.

Doña Rosa es símbolo de sabiduría y humildad, de esfuerzo y sacrificio, de lucha y reivindicación de derechos. Su historia de vida fue recopilada por la Lic. Josefina Racedo en el libro “Crítica de la Vida Cotidiana en Comunidades Campesinas. Doña Rosa, una mujer del Noroeste Argentino”.

Ferviente defensora de los derechos de las comunidades originarias, supo inculcar a su familia el respeto por las tradiciones culturales ancestrales y el amor por la naturaleza desde temprana edad.

Integró numerosas comitivas representando a la Comunidad India Quilmes en cuestión de Derechos Humanos, disertando a lo largo y ancho del país y también en el exterior. ¡Sí señores, tengo una abuela famosa!

La travesía comenzó el 09 de enero con una caminata nocturna de aproximadamente 7 km (desde Ruta Nacional N° 40 hasta el pueblo), arribando al lugar a las 2 a.m. La noche se presentó cerrada, sin luna, con clima favorablemente cálido y sin pronóstico de lluvia.

La mañana del 10 de enero fue testigo de los preparativos para el festejo, un par de excursiones cortas por el pueblo y cerros cercanos, la llegada de familiares, amigos y vecinos de distintas localidades. Como marca la costumbre, unas ricas empanadas y un cabrito asado en horno de barro nos acompañaron al mediodía, a la sombra del parral y a orillas del Río Talapazo, con unas vistas imponentes de todo el valle.

La sobremesa se vio interrumpida por una fugaz tormenta de verano, lo suficientemente intensa como para obrar otro regalo de la naturaleza…la creciente del río, que con estruendo ensordecedor arrastraba todo a su paso barranca abajo.

Refugiados en la amplia galería, la tarde transcurrió entre risas, historias, mates, anécdotas y más mates hasta el momento de partir la torta. Y como no podía ser de otra manera, mi abuela, oradora de lujo, guardó lo mejor para el final. En un discurso donde la sensibilidad y las lágrimas estuvieron a flor de piel, su deseo de cumpleaños estuvo dirigido a las dos cosas que más ama…su familia y su pueblo, haciendo un llamado a tomar consciencia de que la unión, la solidaridad y el trabajo duro, dejando de lado cualquier tipo de diferencias, son el único camino para salir adelante en esta difícil realidad social en la que nos encontramos inmersos.

Agradezco a mi club AAM por el reconocimiento y el espacio para llevar a cabo este pequeño homenaje a una gran mujer, una heroína sin capa del Noroeste Argentino.

                                                                           Luciano Fracassi Caro