Colocación de Panel Solar y Batería de última generación en el Refugio del Bayo
Fue un momento muy especial, ver iluminado el Refugio del Bayo, no lo podíamos creer.
Esto se logró porque somos un Club, que tiene la suficiente tenacidad y compromiso con los objetivos a cumplir.
Esto ha comenzado hace casi justo 2 años, más precisamente hace 2 años y 13 días, estuvimos por primera vez, haciendo el primer relevamiento del Refugio y su estado de situación. Había sido un Laboratorio de Alta Montaña ya abandonado y vandalizado. Ahí están puesta fotos que son parte de esta historia del compromiso de nuestro Club con este Refugio.
Esta vez, fuimos 4, Nicolás, Ulises, Sandra y Rubén. Salimos el jueves temprano desde el galpón, cerca del Infiernillo y llegamos a primera hora de la tarde.
Por suerte cuando llegamos, todo estaba funcionando de acuerdo a lo previsto, Rogelio con su hijo habían llegado con la carga y con el personal de la empresa ECO,
La gente de ECO, enseguida se pusieron al trabajo, realizando la instalación del panel, las conexiones de la batería, que, al ser de electrolito de última generación, no necesita mantenimiento, las cañerías, el cableado, las llaves, los observábamos con asombro, eran cosas conocidas, pero allí tenían otra dimensión. Los dos empleados estaban con problemas con la altura, pero fueron gentiles a nuestros requerimientos y aceptaron nuestras sugerencias. Trabajaron sin parar esas horas de la tarde, hasta que pusieron a punto lo más importante.
Y de pronto SE HIZO LA LUZ, Qué sensación, parecíamos chicos, sorprendidos con esa magia de sentir que, en ese lugar, en nuestro lugar, lo habíamos logrado. El sueño se había cumplido
La alegría fue muy grande porque llegar aquí llevó muchos meses de idas y vueltas, con momentos que parecía que nunca se iba a hacer, con funcionarios que había que persuadir y enfatizar la importancia de esta colocación y luego con la coordinación para el traslado de los paneles, idas y vueltas con Rogelio, el precio y quien lo pagaba, cuando en teoría estaba todo incluido en el programa PERMER 2. Llegó un momento en el que la Asociación decidió abonar la mitad del costo del traslado, que al final no fue necesario y a la AAM, no le costó 1 peso. Solo pagaremos el servicio que tiene un valor muy bajo.
Hemos terminado una etapa. Vendrán muchas cosas que tendremos que seguir mejorando. Este es un Refugio para que sea usado por la gente de bien, con toda la predisposición para su mejora. La AAM, pretende mostrar con esto que un Club de montaña es un lugar para concretar sueños y beneficios para la Sociedad, como lo hace en otras actividades también.
Llegar aquí ha sido posible por la participación y el compromiso de muchos socios. Eso no lo podemos dejar de tener en cuenta, de la Comisión Directiva que desde un primer momento vio que esto era algo que lo podíamos hacer, su apoyo fue fundamental. Llegar allí no es fácil, trasladar las cosas, no tiene nada de sencillo.
Esto es el triunfo de un trabajo colectivo en equipo, de un Club que tiene ideas claras de la montaña, que ama la montaña y quiere formar montañistas. Esto expresa la posibilidad de que podemos concretar nuestros sueños, que las dificultades son parte del camino, que eso no tiene que hacernos pensar que no es posible, que para eso estamos, para superarlas, que vendrán otras y que las iremos superando, que si estamos seguros siempre vamos a tener compañeros que nos van a acompañar. Que a las cosas las hacemos no solo para nosotros, sino para los demás, para la sociedad. Que hacer cosas para los demás es Honrar la Vida. Que eso nos hace ser mejor personas. Para eso estamos en este Club. Este Club que tiene sueños, tiene metas y tiene valores.
En esta oportunidad, hemos continuado con las mejoras. Por ejemplo, Uli se trajo 30 lts. de agua, importantísimo para asegurar un buen estar en el Refugio, queda la obligación de los futuros asistentes mantener los bidones llenos. Se reparó el cajón que estaba bastante deteriorado, con los elementos que había, para dejarlo en muchas mejores condiciones como mesa. Se amplió con 1 aislante más, llegamos a 10, se dejó un jarro, que no había, encendedor y se lo dejó barrido y limpio. Se trajeron bolsas de basura, los vidrios rotos y botellas de vidrio las bajó Rogelio.
Solo queda la satisfacción de haber participado de este momento muy emotivo, para los que estuvimos allí, que esperamos sea así para los que vayan las próximas veces.
Asociación Argentina de Montaña