Refugio del Bayo 17 al 19 de agosto de 2019

Salida de nuestros compañeros Eloisa y Sebastián

3 días de aprendizaje en la Montaña

Estábamos frente a un finde largo y surgió la posibilidad de realizar una salida de 2 noches, la idea era conocer filos cercanos y conocer el Refugio, hasta aquí la idea era perfecta, salir el sábado temprano, llegar al refugio, cargar agua. El domingo recorrer hasta el Negrito y el lunes las antenas y el filo Alto de las Nieves.

    Pero como sabemos todo está sujeto a variables y estas pueden cambiar, la primera que cambio fue la hora de llegada al portón blanco para salir a caminar hasta el Refugio, por problemas mecánicos llegamos a las 10 de la mañana, sabíamos que no llegaríamos a tiempo para cargar agua en la vega que se encuentra cerca, por lo que tomamos la primera decisión de mantener las botellas y camelbacks llenos durante todo el trayecto, lo que nos sumaria peso pero nos permitiría tener agua para cenar y desayunar hasta el día siguiente.

    Llegamos a las 18.30 al Refugio, mientras comenzaba a levantarse el viento, en los Handy escuchábamos a Nadia consultar nuestra posición, y a los 10 min., pudimos responderle que ya estábamos en la puerta del Refugio junto a otros compañeros de la AAM.

    Nos acomodamos dentro del Refugio, mientras caía la noche y el viento aumentaba, una leve sensación de puna ataco a Sebastian, la noche no fue muy cómoda, dolores de cabeza y nauseas fueron acompañantes durante toda la noche. Al amanecer del sábado teníamos que tomar la decisión si salir hacia El Negrito o intentar recuperarnos de una noche de poco sueño y comida muy ligera, decidimos ir por lo seguro, recomponernos para el ultimo día y recorrer los filos cercanos. Pudimos buscar agua, conocer los alrededores.

    A medida que avanzaba la noche, comenzó nuevamente el viento, con la diferencia que recordábamos que debía ser mas fuerte por predicciones que nos había compartido Nicolas, de hecho, se cumplieron al pie de la letra, fuertes ráfagas y golpes en la chapa nos mantuvieron alerta…pero el refugio se mantuvo fuerte, era inevitable pensar en el esfuerzo de quienes subieron antes a ponerlo en condiciones.

    La mañana del lunes a las 7.30 el viento continuaba con fuerte ráfagas momento de nuestra tercera decisión, aguardar o salir hacia los filos, nuevamente ir por lo seguro, aguardar que los vientos amainen, esto sucedió a las 8 de la mañana, por lo que decidimos bajar hacia la ruta, pero por un trayecto diferente, lo cual nos llevo a entrar entre paredes de piedra y conocer alternativas para el descenso.

    Mientras bajamos sin haber cumplido con el itinerario, solo podíamos pensar si habíamos sacado algo de la experiencia, ¿salir en las condiciones en que estaban era lo correcto? Cuando llegábamos al final del trayecto al pozo de agua, para nosotros fue entender que todo el trayecto tuvo pequeños premios, el compartir con compañeros, conocer la vega de agua, encontrar una familia de liebres que vive detrás de las piedras del refugio, ver un atardecer digno de ser una pintura, seguramente intentaremos nuevamente hacer todo el recorrido planeado, pero en esta oportunidad aprendimos sobre pequeñas victorias.

Autores:

Ángel Sebastian Salazar

Gabriela Eloisa Quiles