Salir con mi esposo es siempre una aventura, desde que éramos novios… Es impredecible, con él lo sencillo se vuelve complicado y esta vez no fue la excepción…
Por segunda vez me invitó ir al Ñuñorco… En su primer intento fracasó , desde hace tiempo quería hacer noche en el Refugio del Bayo, así que rechacé la invitación y me fui al Bayo con los chicos de AAM… Mediado de la semana volvió a insistir… Traté de convencerlo de ir al Negrito… Pero no lo logré… Me dijo que no estaba lo suficiente entrenado, que prefiria ir antes al Ñuñorco, pero por una nueva ruta, mas directa y menos tiempo, la cual descargó de Wikiloc al GPS … Invitacion tentadora y desafiante… Me conoce muy bien…
El viernes 16 de noviembre le informo a Rubén que con Edgardo iríamos al Ñuñorco, el horario aproximado de salida y el de regreso (parte del protocolo de la AAM para las salidas), a lo que responde que apenas regresemos le avisamos.
En principio la intención era empezar a caminar a las 7 am, pero cuando hay hijos pequeños de por medio, no es tan sencillo… Nos acostamos tarde y nos costó despertar muy temprano…
Así es que a las 7:45 llegamos Mula Corral, lugar donde dejamos el vehículo para emprender la travesía… Pero antes charlamos con una lugareña, teníamos el track en el GPS, pero al estar allí, vimos otro filo que nos tentó, pero conversando con la lugareña nos advirtió de no ir por allí, ya que si no conocemos bien es fácil perderse, qué ella sólo llega hasta donde se podían ver unos árboles.
También nos advirtió que probablemente al atardecer llueva … así que no lo dudamos más y a las 8hs emprendimos la caminata por el track que teníamos en el GPS, un hermoso filo que nos llevaría casi directo a la cumbre.
Al Principio encontramos un sendero, pero rápidamente se perdió … de vez en cuando preguntaba a Edgar si ibamos bien, el terreno estaba medio complicado, por momentos debíamos bajar un poco del filo, ya que las enormes piedras lo hacian inaccesible, para continuar.
Seguimos con mucha precaución por la empinada ladera… subíamos y subíamos, ni unos metros de alivio, hasta que vimos en medio de unas enormes rocas una Queñoa, con su sombra, era un oasis en medio de ese aspero filo, nos quedamos alli unos minutos disfrutando del suave sonido del viento y cubriéndonos por un instante de los ardientes rayos del sol.
Luego de observar detalladamente si continuar por la derecha o la izquierda, retomamos el recorrido hasta empalmar con la tradicional ruta, a las 11:25 hs, caminamos unos cuantos metros y vimos por primera vez la antena de la cumbre, que emocion, estábamos muy cerca del objetivo, seguimos el marcado sendero para llegar a las 12 hs al anciado banquito de la cumbre del Ñuñorco.
Nos abrazamos fuerte y nos felicitamos uno al otro, una cumbre mas juntos… contemplamos la hermosa vista que nos regaló el tiempo, almorzamos y antes que la pereza nos invadiera, a las 13 hs emprendimos el descenso. Estabamos felices por la hazaña y el tiempo que hicimos… pero en el fondo ambos estábamos preocupados por el descenso, los veiamos complicado, hasta llegamos a analizar la posibilidad de regresar por la ruta tradicional, pero queriamos llegar temprano al vehiculo, por lo que decidimos bajar por el mismo filo, pero por la ladera contraria, ya que la otra fue muy dificil…
Sin bien este lado del filo no resulto mas fácil, pero si mas accesible ya que pudimos evitar las enormes rocas verticales que tuvimos que trepar para poder empalmar el filo de la cumbre…
La clave fue bajar muy despacio, con pasos lentos y cortos, con todos los sentidos atentos al terreno…luego de esquivar las enormes rocas logramos posicionarnos sobre el filo… enormes suspiros nos devolvian la calma y la satisfaccion de haber pasado la parte mas dificil, mientras caminabamos miraba hacia atrás y me costaba creer lo alto que subimos… daba unos cuantos paso y volvia a mirar hacia atrás… no podia evitarlo, mientras tanto Edgardo se me alejó un poco, hasta que cuando volvi a mirar hacia atrás observé una enorme piedra que me hacia sentir tan pequeñita como una hormiga,
La observé por unos segundos porque sobresalía de entre las otras, esta estaba como de pie… waw no podia creer lo que veía … su forma, sus detalles, era como un sapo petrificado, camine un poco más y lo volví a mirar, y se parecía aun más… le grité fuerte a Edgardo para que viera esta extraña piedra… le pregunte: ¿a qué se parece…? Al toque responde: a un sapo!!!.
También se sorprendió de la similitud, pero continuó su marcha como si nada… yo no, cada tanto me daba vuelta y seguía sobresaliendo en el filo, hasta que en un momento me acerco a Edgardo y le digo: mirá, date la vuelta, a pesar de la distancia lo seguimos viendo claramente… – sii, es verdad, me responde y sigue caminado… otra vez le pregunto: – ¿Cómo puede ser posible que no lo hayamos visto al subir? Se quedó callado y no respondió, tal vez iba cansado o quería llegar rápido al vehículo…
Ya veíamos más cerquita el lago y el poblado de El Mollar, estábamos muy bien con el tiempo, por lo que decidimos buscar un lugar para descansar unos minutos, a la distancia observamos unos árboles, alli descansariamos… pero antes Edgardo me pregunta un tanto desconcertado: – Nadia, vos ves la camioneta?… la verdad yo solo miraba hacia atrás para ver la piedra forma de sapo y lo empinado que fue el filo que subimos… hasta que me puse a buscar la camioneta con la mirada… mmm tampoco la veía… unos minutos después hice un paneo hacia mi izquierda y logre visualizarla… le dije a Edgar: – no es la que esta allaaa al pie del filo que esta a la derecha ???
Edgar mira detenidamente, hasta que enfoca bien su poca visión jajaja… y exclama: – noooo, nos bajamos por el filo equivocado!!!!!
Estábamos en el filo que la lugareña nos dijo que no debiamos subir … chaaannn , alli estaba la respuesta a la pregunta que me torturó casi todo el descenso!!!!! POR ESO NO VIMOS LA PIEDRA FORMA DE SAPO!!! BAJAMOS POR OTRO LUGAR, JAJAJAJA
Por un lado estaba muy contenta, porque sin querer queriendo conocimos una nueva ruta de descenso y porque el filo misterioso ya no será mas un misterio, ahora será: “El Filo del Sapo”. Lo triste era que estabamos muy lejos del vehículo… en fin llegamos a los árboles donde descansaríamos, los cuales eran hasta donde la lugareña llegaba, allí hay un corral donde tienen y alimentan a las vacas… descansamos unos minutitos e inmediantamente intentamos salir de ese filo para llegar al vehículo… a las 16hs lo logramos… por fin en la camioneta!!!!!
P/D…Ruta no apta para principiantes
Dificultad: Moderada/Dificil.
No salir a la montaña sin saber los datos del tiempo
Informar siempre a alguien de la salida.
Gracias AAM por las enseñanzas transmitidas en el CIM, en el CIMA y en cada
salida, nos hacen sentir mas seguros en la montaña…
Nadia Díaz