Volver a La Ciudacita, es algo que le agradezco a la Pachamama, a mi Papi, que me trasmite su sabiduría y a mis compañeros de la Asociación, que, con su apoyo, me hacen sentir más segura de hacer lo que amo.
Esta vez llevamos un grupo de 5 personas, con cabalgadura, menos una de ellas, Ale, que le tenía un miedo muy fuerte a montar el caballo, y que hizo todo el trayecto de ida y vuelta caminando. También yo, fui caminando con mi mochila, que es la forma que más me gusta de subir y bajar de esos cerros que tanto quiero.
Salimos del Tesoro (2.550 ms.) el 17, en dirección de La Ciénaga (3.800 ms.), donde hicimos el primer campamento. La gente iba con muy buen ánimo y el Papi, controlando todos los detalles y el desempeño de los visitantes con la puna, atento y preguntándoles cómo se sentían a cada momento, por suerte no hubo problemas con este tema.
Al día siguiente, salimos en dirección de Campo Colorado (4.550 ms.), previo a pasar por el Abra del Inca a los 4.850 metros de altura, donde se divide la Provincia de Catamarca con la de Tucumán
Ese día nos nevó. Para mí fue un regalo, porque cada vez que salimos de expediciones no nos tocaba nieve y ese día nos agarró la nieve. Por suerte pudimos armar las carpas y estar bien protegidos.
El 19 fuimos a Ciudacita, nos tocó un día despejado y sin mucho viento, lo que permitió disfrutar de este maravilloso sitio y los visitantes llevarse sus hermosos recuerdos fotográficos, que nunca olvidaran.
Volvimos a Campo Colorado y a la noche nuevamente tuvimos nieve y granizo, aunque la nieve no fue mucha.
Como al día siguiente por la nieve, los animales no se habían alimentado lo suficiente, el Papi, decidió que lo mejor era bajar de una sola vez hacia el Tesoro, para ello salimos un poco más temprano, y pudieron bajar todos bien.
El grupo estuvo integrado por 5 personas. Marino, Claudio, Sara, Ale y Mariana, todos muy felices, aunque preocupados por la nieve.
El Papi manejó los 8 animales que llevamos entre caballos y mulas. Siempre que hay caballos va él, estoy contenta por eso, porque fuimos los 2.
Pudimos llegar bien con la gente, no tuvieron problemas con la altura. Siempre tratando de hacerlos subir despacio, no hacerlos subir tanto, para que aclimaten bien, asi que todo estuvo lindo.
Gladys Escudero