La expedición se organizó unos días antes por parte de Ani Salazar y Ruben Goñi que invitaron a los miembros del Club, a través de un link para unirse al grupo de Whatsapp. De a poco la salida se iba formando y varios amigos y compañeros del CIM 2021 se fueron uniendo al grupo. Después de algunas idas y venidas todo quedo listo para comenzar la travesía.
El punto de encuentro fue la Casa de Jesús en el inicio del sendero para Puerta del Cielo en Horco Molle a las 7:00 am.
Sumamos en total 11 compañeros de la Asociación.
En esta expedición decido hacer el recorrido completo de ida, que fueron 15.5km, todo en ayunas, una práctica que hago habitualmente pero nunca lo había probado haciendo tanta distancia y exigencia, el cual fue en total 14 hs de ayuno.
Una vez ubicados en el punto de encuentro, todos arribamos en horario y hasta que nos cargamos las mochilas, preparamos las linternas y cerramos los autos, la travesía dio comienzo. Hacía tiempo ya que no empezaba una expedición bajo el manto de la noche, tiene su encanto tan particular.
Entonces fue así como bajamos al Rio Muerto, para encarar la senda de Cuesta Vieja en Horco Molle. Poco a poco durante esa casi hora y media de oscuridad antes del alba fue que surcamos los senderos del pedemonte linternas al frente, con una marcha linda y constante. Con el pasar de los minutos ya superada la mitad del ascenso de Cuesta Vieja el crepúsculo nos da el saludo de buenos días. Impresionante como “el momento más oscuro de la noche es justo antes del amanecer”, relata Chistopher Nolan en una de sus películas y es tan así, que de repente ya las linternas no eran necesarias.
Al poco de darnos luz el día alrededor de 8:45 am llegamos al final del sendero para arribar a la Ruta 340. Frente al Parque de la Memoria en San Javier.
Hacemos una pequeña parada para hidratar, charlar brevemente, tomar unas fotos y comenzar el enlace que nos lleva hasta el portón donde inicia el sendero de los tanques.
Rubén aconseja hacer una cortada en la subida antes de entrar al sendero que nos llevaría a la cumbre del Taficillo.
El sendero comienza muy bien, ya el cielo se tapó y la temperatura bajó un poco, pero sin viento. Una vez ya adentrados en la yunga nos damos con una gran cantidad de ramas y árboles caídos por el viento de los días y semanas anteriores. Había ido por ahí con amigos del CIM 2021 un mes atrás y me sorprendió cómo estaba de obstruido el sendero.
La marcha se pone algo trabada y dificultosa, pero los 11 que salimos de Horco Molle continuamos la expedición a pesar de todo.
Finalmente llegamos a las 13:15, 6 hs exactas desde que salimos a la cumbre en un orden de tres columnas cerrando el grupo Ani y Ceci. Paramos a almorzar, recién ahí hago mi primera ingesta calórica desde las 23 hs del día anterior. Contamos algunas anécdotas, chistes, algún postre y sacamos algunas fotos. El cielo totalmente cerrado y con mucho viento, emprendemos así el regreso, nos quedaba mucho por volver.
La marcha iba bien los primeros kilómetros, nos distribuimos en dos columnas y yo me quedo cerrando con Ani y Ceci siempre en comunicación por Handy con Rubén y Chelo que tenían sus radios.
Al llegar a la parte del sendero que tenía gran cantidad de árboles y ramas caídas se produce una separación de las columnas, nosotros al final seguimos el track marcado en el camino de ida, pero resulta que cada columna toma su camino, después de algunas dudas llegamos casi simultaneo todos a el portón de los tanques en perfecto estado pero ya cansados, Ani, Ceci y yo que veníamos últimos llegamos primeros, después Rubén en la columna 1 y Santiago en la columna 2 nos cuentan por donde tomaron, siendo que cada columna fue por caminos diferentes, pero al final todo sale bien por el entrenamiento y la orientación adecuada.
En el enlace a Cuesta Vieja comienza a caer la tarde y al poco de comenzar el sendero, llega la noche.
Linternas al frente otra vez seguimos el descenso. Muy lindo terminar la expedición en el mismo sendero, con linternas, como habíamos comenzado el día.
Ya todo el equipo cansado, la marcha se hace algo más lenta por lo obvio, me quedo cerrando el grupo con Ani para que no quede sola, ya que nos pesaba el cansancio, las piernas ya no eran las del comienzo, así que a paso constante y firme llegamos al Río Muerto, nos encontramos con los chicos que nos hicieron el aguante hasta que llegáramos, siempre en comunicación por Handy.
Una vez de vuelta en Jesús todos en los autos, con mucho cansancio, pero contentos de semejante expedición, casi 32kms, hacemos unas fotos y un gran saludo para cerrar un día, que muchos vamos a recordar en nuestra primera salida con la AAM, ya como socios y no como estudiantes del CIM.
Leopoldo D’Urso