Expedición al Circo del Cochuna-Nevados del Aconquija-5 al 10 de agosto de 2021

Expedición realizada por nuestros compañeros Bernardo Durán y Ulises Kusnezov

Este relato efectuado Bernardo Durán, completa el efectuado por Ulises Kusnezov, en especial la parte de escalada en hielo en la Cascada del Circo del Cochuna

Hace rato que la idea venía dando vuelta, como un susurro que se escuchaba a lo lejos.

Sólo era cuestión de tiempo para que un sin fin de cosas se alinearan y se nos diera la oportunidad.

Emprendimos esta salida junto con Ulises, en el marco del Convenio que se está gestando entre la Administración de Parques Nacionales y mi Club la Asociación Argentina de Montaña, a fin de profundizar el conocimiento del Parque Nacional Aconquija

El último registro de una expedición al Circo de Cochuna, era en el año 1978, por parte de Chrisitan Halloy, Alfredo y el Chilo Grau o sea hace 43 años, miembros de la Asociación Tucumana de Andinismo.

Algo que le sumaba más mística a esta salida, repetir y reinventar lo que montañistas tucumanos hacían una vez al año en aquella época.

Alfredo Grau nos facilita unas fotos en blanco y negro y un croquis que describía muy bien las cumbres del Circo de Cochuna y destacaba una cascada congelada que bajaba del glaciar del Chimberí.

A esta cascada yo la había visto desde el Filo Áspero hacía dos años, pero solo la parte superior.

Con toda la info lista sólo faltaba la logística, nada sencillo para una expedición de siete días y además el equipo técnico de hielo: cuerda, arnés, mosquetones, tornillos de hielo, piquetas, crampones y botas.

Aquí es donde todos esos astros comienzan a tener cuerpo y forma, nombre y apellido.

La primera vez que vi a los nevados del Aconquija fue en una salida de tres días a la Laguna del Tesoro organizada por la secretaria de excursionismo de mí colegio, el Gymnasium de la UNT.

Nos guiaba “Pichón” González Aguirre (quiso el destino que nos volviéramos a encontrar nuevamente en nuestro Club, la AAM), yo no entendía nada, pero recuerdo de llegar a La laguna y ver al Clavillo Tucumano, una mole de 5400m.

Cada vez que volvía a la Laguna, siempre me quedaba con las ganas de seguir pa’rriba pero no se veía nada sencillo, varios días de subida sin sendero marcado y con las historias de los puesteros de que la zona estaba lleno de pumas.

Cuatro kilómetros antes del cruce con el rio Jaya vive David, brigadista del parque. Ahí nos encontramos con los otros personajes ésta historia, que conocen y transitan la zona, antes de la creación del Parque y con quienes la Administración, también está trabajando en conjunto para profundizar el conocimiento ambiental y preservar la zona. Mariano como el encargado del puesto Paja Amarilla y conocedor de la zona y Javier López, que tiene el puesto en Paja Amarilla y montañista de hace rato; Los caballos, yeguas y mulitas que nos iban a cargar parte del equipo y comida los primeros tres días, y por ultimo KIlla, Inti y Yonko, tres border collies.

Cargadas las mulas, incluyéndonos, comenzamos a caminar. Primer día desde el rio Jaya hasta Paja Amarilla, pasando por la Laguna del Tesoro, 1400m de desnivel y unos 20k. Un lujo poder llegar a un refugio de montaña y tener luz, fuego y un colchón para dormir.

Comienzo desde el río Jaya, al fondo el Circo del Cochuna, nevado

Segundo día 1300m de desnivel, de Paja Amarilla hasta el campamento “Primer Agüita”, caminamos por un camino “nuevo” gestado por Javier López y que Mariano había estado trabajando a pico y pala, con otros ayudantes, que luego se unía con una traza original del camino inca que llega hasta Ciudacita.

Ulises en el Alisal
Ulises, por la traza inca, al fondo el Circo del Cochuna

Una particularidad de ésta salida fue que no fuimos directo por la quebrada que baja desde el Circo de Cochuna, que hubiese sido lo lógico, sino que fuimos por el Circo de Jaya y luego nos cruzamos al Circo de Cochuna ya que la expedición también tenía un carácter de exploración y relevamiento de la zona.

Cuando digo Circo me refiero al Circo Glaciar, el circo glaciar es la cuenca circular o semi circular producida por la acción del hielo de un glaciar en su zona de acumulación o de alimentación. Es el anfiteatro que se forma en la parte alta de estas montañas.

Mariano y el atardecer

Tercer día, pasamos los 4 mil metros, como estamos cerca de las ruinas de Ciudacita comienzan a aparecer más pircados y caminos, desde el lado tucumano, resulta muy lógico la ubicación de éste lugar de adoración y a la vez muy complicado de entender cómo puede desaparecer toda una cultura que habitaban y adoraban a la montaña, el sol y la luna. 

A medida que nos adentramos en el Circo de Jaya vemos la pared sur del Tipillas, con líneas muy hermosas, canaletas directas a la cumbre, lagunas y vegas congeladas y más pircados abandonados.

Al fin vemos nuestro paso hacía el Circo de Cochuna, un abra los 5000 m en el filo del cerro Bayo.

Hasta aquí nos acompañarán las mulas ya que del otro lado es toda una pared de hielo, por lo que nos cargamos todo el equipo en las mochilas, nos saludamos, agradecimos la compañía de David, Javier y Mariano y nos separamos.

Bajada directa hacía el centro del circo, lugar donde vamos a armar nuestro campamento de altura a 4700 m, armado de carpa y un poco de dulce de cayote que había hecho mi papá unos días antes.

Campamento alto, 4.700 m Circo del Cochuna

Cerca de nuestro campamento encontramos algunos restos del Refugio del Grupo Andino Concepción, que se había construido por iniciativa del Profesor Vela y un pircado abandonado, pero más reciente que los otros, parece ser el lugar que usaban las anteriores expediciones ya que adentro encontramos restos de madera, latas y botellas de vidrio, un poco desalentador ver toda esa basura en ese lugar.

Cuarto día, localizamos la cascada congelada, se la ve interesante desde el campamento. Nos subimos a un acarreo con nieve y hielo en ladera, un terreno complicado de transitar, pero logramos acercarnos hasta la base del canal de hielo donde desemboca la cascada. Nos adentramos y encontramos el primer paso técnico, un mixto de hielo y roca. Nos encordamos y desde un anclaje natural le doy seguro a Ulises que primerea el mixto cómo para ir ganando confianza y entrando en calor.

Segundo largo lo hago en libre, un poco de hielo y nieve, pero sin mucha dificultad cómo para poner tornillos.

Camino a la Cascada. 4.900 m
Segundo largo a la base de la Cascada

Ahora estamos en la base de la cascada, una cascada WI 5 de 30m, a unos 5100m, a dos horas del campamento y a dos días a caballo de la ayuda más cercana. La cascada tiene unos 20m de ancho y unos 30m de alto en la parte más corta, tomamos valor y nos decidimos a subirla, hacemos una reunión en la base y el Uli trata de progresar poniendo el primer tornillo.

Hielo eterno, azul como el cielo y duro como el acarreo, con formas muy particulares creada por la acción de los elementos, los tornillos no entran o cuestan mucho esfuerzo hasta que los dientes de la punta logran penetrar el hielo.

Uli, progresando en la Cascada, tornillo que no entra
Formaciones en la Cascada a 5.000 m

Plan B, a la cascada se puede acceder desde arriba siguiendo por el canalón de nieve y luego rapelando desde otro anclaje natural. Analizamos riesgos y decidimos que es un plan que es fiable pero que ya son las cuatro de la tarde y aún nos queda la vuelta a la carpa.

Después de un intento de armado de la reunión en la cascada decidimos volver a intentarlo mañana con más tiempo y confianza.

En la bajada encontramos una bajada mucho más directa, una pala de nieve de unos 30 o 40° que nos deja a 300m de la carpa.

Ulises en la base de la Cascada

Quinto día, durante la noche comenzó a soplar un viento fuerte que hace bajar un poco la temperatura y molesta al dormir. En dos horas ya estamos de nuevo en la base de la cascada, en una hora más ya tenemos armada la reunión en la parte superior de la cascada, lista para subirla desde abajo, asegurado desde el top.

Altura y adrenalina, una combinación que te deja sin aire, el hielo duro hace que recién en el cuarto golpe de la piqueta se logre quedar, con el primero y segundo se salen unos platos de hielo de un porte interesante que por suerte no están en la línea de caída hacia el asegurador, después confiarles a los pies, manos medio congeladas y tratando de controlar la respiración.

Después va el Uli, abriendo una línea en paralelo a la mía, unos pegues más y nos damos por satisfechos. Todavía nos queda hacer toda la maniobra para desarmar y limpiar el material de la casada.

Ulises progresando en la Cascada

Como nos queda un resto físico y unas tres horas de luz decidimos hacerle un pegue de reconocimiento al famoso Chimberí, tenemos 2 horas para subir la cumbre y bajar hasta la carpa.

Decidimos ir hasta el centro del valle para luego subir por un canalón de hielo y nieve de unos 50 o 60° que nos deja justo en el filo cumbrero, de aquí se ven casi todas las cumbres del circo, los picos El Tesoro, Pico Cat, Gendarme, FIlo Aspero, Hautal, Clavillo tucumano y Cerro El Bolsón o Clavillo, Tipillas y Pirámide.

Abrazo, unas fotos y abajo de nuevo, ya el sol se está escondiendo

Sexto día, se viene lo más duro de ésta expedición. Tenemos que bajar desde la naciente hasta el río, desde el campamento alto a 4700m hasta el puesto Paja Amarilla a 2300m. Unos 2300m de desnivel con unas mochilas que deben pesar unos 25 – 30 kilos, bajamos directo por el Circo de Cochuna. En la bajada nos encontramos con los restos de lo que alguna vez fue el refugio del ATA, unos hierros y chapas retorcidas por el viento.

Los astros se siguen alineando y nos llega un mensaje de que Don Mariano nos esperaba en el puesto con ASADO. El cuerpo ya sentía el cansancio acumulado y las rodillas y espalda comenzaban a hacerse sentir, pero nada que un buen mate cocido con tortillas no puedan mejorar. Muchas gracias a Mariano que siempre nos trató con toda la humildad y sencillez, nos ofreció lo mejor.

Séptimo día, de Paja Amarilla hasta la casa de David, en el camino de la laguna hasta el rio Jaya nos encontramos con basura de la gente que había subido el fin de semana a la Laguna del Tesoro. De alguna manera se vuelve a la realidad.

Cada vez que me pongo a hacer conexiones de toda la red de cosas y personas que se dieron para que esto fuese posible la lista se hace más larga.

A todos y cada uno de ellos muchas gracias, en especial a la Asociación Argentina de Montaña, a Javier, David, Don Mariano, Nicolás, Rubén, Marcos, Hormiga, Pichón y a mi familia que me banca en todas.

En los nevados del Aconquija tenemos una escuela de alta montaña de gran nivel, apta para todos los estilos, llenos de rutas nuevas para hacer, montañismo de exploración en el año 2021.

Nunca vamos a ser los primeros, ya que ese privilegio lo tuvieron civilizaciones pasadas.

En este caso, pensé Algo tuve que ver para que este sueño se concrete!!!

No somos nada

Bernardo Durán