Cumbres Calchaquíes 13 al 15 de agosto de 2022

Por nuestros compañeros: María Cavagna, Nadia Diaz, Rosario Palomares, José Monmany, Leopoldo D’Urso, Ignacio Ochoa y José Rodríguez.

por: José (Pepe Sebastián) Rodríguez

    El siguiente relato estará dividido en dos partes. La primera, el “costado cumbrero”, que es el relato de las vivencias de la expedición por parte de los protagonistas hacia las “4 cumbres”, y la segunda parte tendrá un “costado científico”, en el que se comentarán algunos de los proyectos de investigación realizados y que actualmente se llevan a cabo en nuestras Cumbres Calchaquíes y sobre la abundante biodiversidad que habitan esos lugares casi desérticos e inhóspitos.

“Costado Cumbrero” del relato

    Azar, fortuna, ventura, casualidad, fatalidad, potra, chorra, destino, sino, porvenir, sombra y riesgo son distintos sinónimos que nos arroja wordreference.com para la palabra suerte. Capaz que esta vez esté más cerca de arribista, paracaidista, pónganle o inventen cualquier adjetivo calificativo y/o sustantivo tucumanizado que se les ocurra para alguien, que casi acaba de terminar el CIM 2022, que está yendo a su trabajo y recibe un mensaje de invitación un jueves a las 8:11 de la mañana para realizar una expedición a la parte más alta de las cumbres calchaquíes. Ya casi todo estaba armado y tuve la fortuna de que me invitaran, el mensaje oficial de invitación fue por parte de María Cavagna, ¡gracias María!. Casi que sin pensarlo dije voy.

    La expedición comenzó el sábado 13 de agosto saliendo a las 6 de la mañana de Tucumán. Por un lado, salíamos con Nacho por la autopista y por el otro salían de Yerba Buena Leo, Rosario, María, José y en el camino se sumaría Nadia.

    Con Nacho llegamos al Infiernillo y comenzamos a acomodar algunas cosas hasta que llegara el otro grupo. Llegado el resto, saludos, terminar de ajustar detalles de carga y foto grupal, se oficializa la caminata a las “4 cumbres”.

    Empezamos a caminar a las 9:26, no hacía tanto frío, el solcito ya se sentía cálido a esa hora de la mañana, marcha constante y casi continua hasta las 11:30 aproximadamente para hacer un break en la torre de alta tensión. Se retoma la marcha, cerca de las 13 nos detenemos para los apretados del “mediodía”. El día transcurre sin ningún contratiempo. Espectacular, diáfano, sin una nube, cálido y sin viento. Llegamos a la zona del campamento cerca de las 18.

    Domingo 18, ¡día de cumbre!. Despertarse, desayunar, armar las cosas y con un retraso de unos minutos, por parte del lado masculino de la expedición, empezamos la subida por el costado de la vega congelada. La mañana estaba un poco fresca, pero con el sol asomándose pintaba un lindo día, muy poco viento, casi nada. Siempre adelante y casi durante toda la expedición iban José y María, un poquito más atrás, Rosario y Nacho. Y durante toda la expedición íbamos con Leo y Nadia cerrando el grupo. Primera “cumbre”, segunda, tercera y la cuarta a las 14:42. Foto grupal como testimonio del objetivo alcanzado. Paisajes de ensueño que se graban para siempre. Encarar la bajada y retomar el track para la vuelta.

    Para más detalles sobre el recorrido realizado del día de cumbre, desniveles positivos y negativos, dificultad, tiempos y etcéteras puede consultar el siguiente link compartido por Nadia Díaz: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cumbres-calchaquies-dia-2-110746296#wp-110746300.

No vimos ni dejamos testimonios de cumbre que no sean las fotos que sacamos. Pero lo que sí vimos son testimonios, basura dejada por el hombre, estructuras metálicas dispersadas por todos lados en el “Minas Norte”, nuestro Club, la AAM, viene gestionando la eliminación de esta basura tecnológica, ya se ha logrado algo en El Negrito, pero todavía falta. ¡Qué fácil que resulta contaminar tales paisajes!

    La vuelta al campamento fue muy linda, se va faldeando en subida al costado de una vega que baja y en un momento formaba una hermosa cascada de hielo. Los que veníamos cerrando el grupo llegamos al campamento a las 18:20, el resto ya nos había sacado una buena diferencia y llegaron más temprano.

    Comienza la vuelta el lunes 15, la mañana con mucho viento, otra demora en tiempo por parte de la rama masculina de la expedición. Se emprende el regreso pasadita las 8 de la mañana. El sol asomaba, pero el viento hacía que no se lo perciba tan cálido como el día anterior. En el grupo que cerraba casi al final y un poquito antes de la llegada al Infiernillo Leo me pregunta qué opinaba sobre el mundo fungi (el mundo de los hongos). Como estudiante de biología le doy una pequeña y escueta opinión y eso nos permitió intercambiar algunas opiniones, muy en común, sobre ese maravilloso y desconocido mundo. Intercambio de ideas, Leo me recomendó algunos libros y documentales. Llegamos cerca de las 13 al infiernillo y de esta manera concluía la expedición de las Cumbres Calchaquíes.

    Una experiencia inolvidable, por todo lo que me deparó y por todo lo aprendido, agradezco al Club la posibilidad de disfrutar de esta forma la montaña, presentarme estos desafíos y la puerta que se abre para nuevas expediciones

    ¡Hay que animarse a salir! No esperar a que otros te lo cuenten o lo veas por fotos, perder el miedo, seguro que en algún momento pasaremos miseria en la forma de frío, calor o hambre. Pero la montaña siempre nos regalará algo que nos hará olvidar esos tragos amargos.

    Aclaración sobre cumbres: La única y verdadera cumbre que hicimos fue la del Alto de la Mina (o Adriana), para quien quiera más detalles al respecto sobre las verdaderas cumbres del sistema “Cumbres Calchaquíes” y sobre cómo se define una cumbre puede informarse en los siguientes artículos (https://aamtuc.org/2019/05/29/las-no-cumbres-de-tucuman-en-tafi-del-valle/; https://aamtuc.org/como-se-define-una-cumbre/).

“Costado Científico” del relato

    Las montañas no están sólo para caminarlas, no son sólo roca, hielo o nieve con cumbres idílicas que nos desvelen por “conquistarlas”. En el caso de las Cumbres Calchaquíes que forman parte de un área protegida que en un futuro no muy lejano formarán una inmensa red de áreas naturales protegidas que formarán el Parque Nacional Aconquija, ambicioso proyecto que viene concretándose desde hace algunos años y que de a poco se anexan nuevas áreas que protegen la flora y la fauna.

    En la zona de Huaca Huasi (La casa de los espíritus) se realizaron estudios y se siguen realizando monitoreos a largo plazo como el proyecto GLORIA (Iniciativa para la investigación y el Seguimiento Global de los Ambientes Alpinos) llevados adelante por investigadores del Instituto de Ecología Regional (CONICET) y que cuenta con distintas fuentes de financiación nacionales e internacionales.

    A pesar de la época invernal se pudo observar una macrofauna muy activa: lagartos, zorros, bandadas de pájaros, cóndores, chinchillones y la presencia casi contínua de guanacos cuyo número íba desde unos 9 individuos hasta una tropa de aproximadamente 50 que iban subiendo un morro llegando a la zona de Huaca Huasi. En cuanto a la flora, durante el recorrido de los tres días se observaron numerosos cojines de yaretas, cabe destacar que durante la época invernal la mayoría de las plantas se encuentran en estado vegetativo. Distinto sería el paisaje si se lo visita durante la época cálida en dónde la mayoría florecen e inundan el paisaje de variados colores en las vegas, lagunas y zonas aledañas. Esta sería la “otra cara” de las Cumbres Calchaquíes, el ropaje primaveral.

    Más allá de la época en que se visiten estos lares, la zona alberga una variada diversidad durante todo el año: gato andino, pumas, guanacos, lagartos, anfibios e innumerables cantidades de insectos que copan los microhábitats generados por las plantas de las vegas o en cercanías de las mismas.

    Cuando la montaña nos permite acercarnos y conquistar nuevas metas hay que aprovechar el tiempo y sacarle un mejor provecho a este tipo de expediciones llevadas a cabo por los socios del Club.

    Es por eso que sugiero que durante las travesías se tomen registros, ya sea a manera de relatos, registros fotográficos y fílmicos, algo muy fácil con la ayuda de la tecnología actual, y que se documente la flora y fauna. De esta manera esos registros quedarán disponibles para cualquier persona que desee usarlos y se podrán fortalecer los vínculos que ya tiene nuestro Club, con diferentes instituciones provinciales y nacionales afianzando relaciones que nos permitan ampliar y concretar objetivos comunes. De esta manera se podrán realizar distintos tipos de estudios: históricos, sociales, biológicos, arqueológicos, etc.

Agradecimiento especial

    Al compañero de la expedición Leopoldo D’urso por poner su carpa y hacer posible que podamos ser parte de la expedición, si Leo no hubiese puesto su carpa, seguro nos quedábamos con las ganas, porque ya no nos daban los tiempos para pedir la del Club.