APRENDIZAJE
Si tuviese que buscar definir esta experiencia en una palabra seria APRENDIZAJE.
Todo esto comienza hace dos semanas atrás cuando en una cena de la AAM casi como un arrebato decidimos con Adrián realizar las Cumbres Calchaquíes, de ahí en más todo fue cuestión de preguntar, asesorarse, ver el mapa una y otra vez para decidir el camino, el lugar de acampe, etc. Todo un desafío para dos principiantes en esto de armar la logística de una salida a la montaña.
Por fin llego el día de ponernos a prueba, el viernes 5 de julio partimos hacia el infiernillo que nos recibió con un cielo despejado y un sinfín de estrellas que nos auguraban un buen clima para los días siguientes. Luego de armar la carpa, juntar agua y abrigarse disfrutamos de un rico guiso de lentejas. El sábado 6 arrancamos a caminar con las primeras luces del día por el camino de las 4×4, a pesar de nuestra oposición se sumó una nueva integrante, que infatigable recorrería junto a nosotros todo el camino (una perrita, a la que bautizamos, por error, Simón y que después nos dimos cuenta, que no era un perrito, sino una perrita y que se llamaba Lucy) a las, a las 12.30 del mediodía llegamos a la vega conocida ya por ser el lugar donde acampamos junto con el CIM, mientras almorzábamos no pudimos evitar retrotraernos a esa primera experiencia compartida, y concluir que a pesar de haber transcurrido solo unos meses, ya no éramos los mismos.
De aquí en más comenzamos a caminar por lo que para nosotros era desconocido, subimos por la quebrada que nos llevaría hacia la laguna Huaca Huasi y de ahí hacia la vega donde acamparíamos los siguientes dos días, el sol nos acompañó todo el día. A paso tranquilo y parando cada tanto para disfrutar del paisaje o chequear el track y confirmar que íbamos por el camino correcto. Atravesando la laguna ya podíamos apreciar a lo lejos la vega y un poco más atrás la cumbre que sería nuestro primer objetivo, además de la presencia de los guanacos, que corrían cuando nos acercábamos y por atrás de ellas nuestra compañera “Simón” que luego volvía para continuar viaje a nuestro lado. Tras recorrer 13 km y subir 1400 metros de desnivel llegamos a las 17hs, de nuevo armar la carpa, tomar una bebida caliente. Esperamos la hora de la cena repasando la ruta, haciendo un balance de la jornada pensando en las cosas que deberíamos optimizar al día siguiente, después de cenar un rico guiso de fideos nos fuimos a dormir con las expectativas de que nos depararía la siguiente jornada.
El domingo sonó el despertador a las 7 de la mañana, desayunamos y comenzamos a caminar a las 8.45 por la vega congelada a tal punto que se podía caminar sobre el manto de hielo, llegamos al filo que nos llevaría a la primera cumbre de nuestra travesía “Alto de la Mina” a 4.730 msnm. Previamente a las 11.00 am llegamos a la apacheta que marca lo que se considera, erróneamente se considera, como cumbre del cerro Isabel*. La felicidad y la emoción se hicieron presentes un fuerte abrazo y algunas lágrimas dieron cuenta de ello. Al llegar a la cumbre de “Alto de la Mina” un cóndor custodiaba nuestros pasos, sacamos fotos y hablábamos de la satisfacción de estar ahí, y a modo de evaluación indagamos nuestro estado que para sorpresa era óptimo.
Alrededor de las 13 hs. partimos hacia el “Minas Norte” siguiendo el camino ya marcado y guiándonos por la antena que perdura en su punto más alto, a las 14 hs. aproximadamente ya estábamos en la apacheta mirando hacia el este, no pudimos evitar quedar impactados por el paisaje y repetirnos una y otra vez “mirá que belleza” almorzamos contemplando ese paisaje y señalando lo que nuestra vista alcanzaba a ver desde los 4.700 msnm del Minas Norte, el dique del Cadillal, el Taficillo, el Cabra Horco y las cumbres de Raco, un poco más al sur las sierras de San Javier que destacaba por el imponente “Cristo Bendicente” que desde ahí no era más que un puntito blanco.
Cerca de las 15.00 hs comenzamos el recorrido por el filo pedregoso hacia “Minas Sur” el avance era lento entre las piedras, pero el disfrute y la felicidad eran plenos, al llegar a nuestro último objetivo del día nos tomamos unos mates y dejamos testimonio de nuestro paso en una hoja de papel donde también, para nuestra alegría, había muchos otros nombres conocidos. Comenzamos el descenso hacia nuestro campamento, felices por completar la primera parte de nuestro objetivo. Al atardecer ya en el campamento nos propusimos cenar temprano y descansar para encarar con energías la siguiente jornada.
El tercer día comenzó a las 6 de la mañana. Era necesario arrancar temprano, ya que teníamos por delante una larga jornada con nuevos desafíos, desarmamos campamento y con el cielo todavía de color naranja comenzamos a caminar, atravesamos nuevamente la laguna y fuimos faldeando los cerros que la delimitan al sureste para luego encontrarnos con el camino de las 4×4 que nos llevaría a nuestra última cumbre “El Negrito” a 4.660 msnm a la cual llegamos a las 12 del mediodía. Luego de almorzar, continuamos camino hacia el siguiente objetivo “El Refugio del Bayo” llegamos a las 16 hs. luego de pasar por la vega cercana y juntar agua para proveernos.
El Refugio fue nuestro hogar por toda una tarde y una noche, acompañados por unos mates evaluamos lo ya recorrido, la conclusión era la misma para Adrián y para mi SATISFACCION. A pesar de que las energías y el empuje daban para más decidimos desistir de nuestro último objetivo “El Bayo” ya que no estábamos seguros de qué ruta seguir y el reloj nos jugaba en contra.
El martes 9 comenzamos a caminar a las 8,15 hs. para descender por el filo que comienza al lado de la antena pasiva de telefonía, con las primeras luces del sol vimos a Simón perseguir lo que a la distancia para mí era una chinchilla o una liebre, para Adrián un zorro o un gato del monte, concluimos que era un animal de color gris. El descenso por el filo fue costoso, el cansancio luego de 3 días comenzó a sentirse lo que nos confirmó que nuestra decisión había sido correcta. En menos de 3 horas nos encontramos caminando ya hacia el infiernillo siguiendo el canal de riego. Ya junto al auto preparándonos para volver a casa miramos hacia atrás y arriba con una sonrisa plena, emoción en la mirada y en la mente la idea de volver.
Luis Gómez
*En el parque Cumbres Calchaquíes los únicos picos que cumplen los requisitos para ser considerados cumbres son “Alto de la Mina” y “El Negrito”. Minas Norte y Minas Sur no pueden ser considerados cumbres debido a que teniendo en cuenta la altura de alto de la mina no cumple con el requisito de el re ascenso de 300 metros para ser considerado una cumbre.
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