INVERNAL AL PISSIS

EPÍLOGO

Día 14 de agosto de 2019 Jornada Final

Por Glauco Murati

A las 12.45 de hoy Arkaitz Ibarra y Uli Kusnezov llegaron a la ruta 60 y terminaron su travesía invernal que el 3 de agosto habían iniciado para unir las provincias de La Rioja y Catamarca ascendiendo la tercera montaña más alta del continente, el Nevado de Pissis de 6.795 m.

Establecida la comunicación nos enteramos que el clima fue peor del que presentaban los pronósticos. En el campamento 4, a pesar de todos los esfuerzos el viento rompió la carpa obligándolos a vivaquear. Aun así, mantuvieron la motivación y avanzaron hasta el último campamento en el lado sur de la montaña.

El andinista no está obligado a subir cerros. Arkaitz y Ulises pudieron quedarse en su casa, no ir al Pissis, pudieron elegir otra época del año o acortar el recorrido usando vehículos. Ese es el sentido lúdico del montañismo.

Sin embargo, a diferencia de una maratón o un partido de futbol que se pueden dejar cuando uno considere que ya es suficiente, en cierto momento a Arkaitz y Ulises el juego que fueron a jugar los dejó sin elección.

Un nuevo elemento empezó a tener peso, porque el día que debían ir hacia la cima estaban rodeados por decenas de kilómetros de desierto helado y sin carpa. Y también empezaron a sentir la necesidad de escapar de la mejor manera de ese lugar tan aislado.

Siguieron rindiendo culto a su ética, la que ellos habían creado, hacer todo por propio esfuerzo, sin ayuda externa. Decidieron que para terminar el juego era mejor subir a la cima. Así fue como una tardecita helada, casi en una picardía, empezaron a bajar la montaña por donde no habían venido.

Hoy el aislamiento de tantos días terminó. Y se llevó su magia. La relación con la montaña, el compañero y uno mismo.

Los hombres establecen vínculos con el paisaje. Alguien cree que, así como los hombres recuerdan los paisajes también los lugares se quedan con algo de los andinistas. Tal vez una parte de Arkaitz y Ulises ha quedado allá en la cumbre del Pissis donde el viento helado sigue soplando.

Ahora la palabra la tienen elloѕ: