EL CANDADO 5533 msnm. Catamarca 16 al 20 enero 2020

Sandra Herrmann, Cynthia Pérez Mac-Gibbon, Juan Espasadín y Adrián Domínguez

                                                                MI CUMBRE MILAGROSA

    Cerrando un 2019 repleto de montañas, decidí comenzar el 2020 con las mismas ganas !! es así, que decidí coronar EL CANDADO, (mi cuarta cumbre de los Nevados del Aconquija), le propuse a Sandrita Hermann, Adrián Domínguez y Juanito Espasadìn, inmediatamente dijeron que si y nos dedicamos a armar la expedición. Contábamos con muy poca información, sería la primera expedición de la AAM en intentarlo, todo un desafío!

    Partimos el viernes 16 de enero a la tarde, llegamos a Santa María a la nochecita y decidimos dormir ahí, el pronóstico no era el mejor (lluvias intermitentes), pero estábamos decididos a intentarlo,  tomando el máximo de los recaudos.  Comimos rico e hicimos un brindis repleto de buenos augurios. La buena onda y la energía fluían!!

   El sábado 17, luego de sortear varios obstáculos en el camino debido a las recientes y abundantes lluvias, llegamos a: El Ingenio (2800 msnm) donde conocimos a Don Alejandro Tarifa, y su puesto. Amable, pero incrédulo respecto a nuestro ascenso.

   Emprendimos nuestra travesía a las 11:30 am, un sol abrasador, insoportable, nuestras mochilas con 4 lts mínimo de agua, ya que no esperábamos encontrar agua hasta superar los 4000msnm. A las 12:30 llegábamos al Alamito (2920 msnm).

    Habíamos recorrido 2,5 km entre arbustos espinosos y cardones, luego de cruzar un extenso corral, encontramos la senda que nos montaría en el primero de tantos filos. Caminamos bajo un sol inclemente durante toda la siesta, faldeando y cruzando quebradas, el agua comenzaba a escasear, el cielo comenzó a ponerse negro y las primeras gotas caían a nuestro paso. Decidimos hacer campamento (C1) a los 3800 msnm, eran las 17hs.

    Armamos las carpas, después de un cielo estrellado, llovió y se despejó, con una temperatura agradable. Arrancamos al día siguiente, cerca de las 9 de la mañana, luego de pasar, por las Veguitas 1 y 2, donde recargamos agua, llegamos a la Veguita 3, que sería la sede de nuestro C2 a 4600msnm, decidimos hacer nuestro campamento allí, ya que más arriba sólo encontraríamos agua derritiendo hielo, y el agua que descendía por la quebradita bajaba tremendamente barrosa.

    Luego de armar campamento, nos reunimos a planificar nuestro día de cumbre, cenamos y a dormir. Las alarmas sonaron a las 4am, continuaba nevando, había llovido y nevado, de manera ininterrumpida e intercaladamente. Decidimos postergar la salida, siempre que el tiempo nos lo permitiera. A las 5:30am, la tormenta cesó, el cielo estaba despejado. Estábamos decididos a aprovechar esa ventana, nos separaban de la cumbre aproximadamente 860m de desnivel y casi 4k. (los más duros que me tocó transitar hasta hoy).

    El lunes 19, a las 6am comenzamos a caminar a un ritmo ágil. Sabíamos que lo que nos iba a tocar, no era nada fácil. Las previsiones meteorológicas no eran buenas. Estábamos muy concentrados y atentos de lo que pudiera suceder.

    Luego de unos minutos Sandrita nos dice que ella regresaría al campamento, no quería retrasar al grupo ya que el clima inestable exigía hacer nuestro mayor esfuerzo. Me entristeció su decisión pero la respete y admire por su prudencia. Caminamos cruzando un arenal hasta llegar a la cañada y riachuelo, que nos haría montarnos en el “filo rocoso negro”, fue un ascenso meticuloso sobre una pendiente de 60grados aproximadamente, sobre un acarreo de ripio cubierto de nieve blanda, eran dos pasos hacia arriba y uno hacia abajo, súper concentrados!.

    Una vez que salimos de la quebradita, nos encontramos ante un faldeo de una montaña nevada. Adrián nos indica que el track marca subir al filo de ella, accediendo por una canaleta estrecha y casi vertical, no le encontramos mucha lógica, pero la votación se inclinó a allanarse al track.  Adrián inicio el ascenso, metros atrás los seguía Juani y luego yo.

    A partir de aquí, junto con el esfuerzo que tenía que seguir haciendo para arriba, me sucedieron algunos episodios, que cuando los recuerdo, solo pienso en lo que, por supuesto todos sabemos que, nuestra actividad tiene sus riesgos y a los que tenemos que estar atentos.

    El primero fue una roca que se desprendió, sentí el ruido, estuve atenta, protegiéndome, pero lo mismo me pegó en el hombro. Fue un momento duro, en la que mis compañeros plantearon bajar conmigo, pero pude reponerme y proponerles seguir. Estábamos muy cerca. Ya veíamos la cumbre.

    Y LLEGAMOS A LA CUMBRE DEL CANDADO!! 5533 msnm a las 12:30, 17,36 k recorridos desde El Ingenio. Emoción a flor de piel! Nos fundimos en abrazo cumbrero, comienza a nevar, se avecina tormenta eléctrica!.. sólo un par de fotos y para abajoooo!!! Nos enfrentábamos a los posibles riesgos que manejábamos según la info recopilada.

    Descendemos rápido por el filo, llegamos a la huella del faldeo plano, mis amigos más ágiles, se adelantan unos 50m y se detienen a esperarme.

    Aquí tuve el segundo episodio. De pronto, escucho un crujir que no olvidaré jamásss!!… un derrumbe de rocas colosales se desprendía sobre mí, corrí como nunca lo hice antes, 10m aprox.  hasta quedar fuera de su alcance, protegida por una pared rocosa que separaba una canaleta de hielo de otra.

    Silencio absoluto, miré a mis cumpas, me gritaban, pero no los escuchaba, estaba en shock, había sobrevivido, no podía creerlo, era un MILAGRO!… de a poco me incorporé, me monté en la senda, hombro dolorido y recuperando aliento, me reuní con ellos. No podían creer lo que habían visto, las rocas revotaban cerca y pasaban por encima mío. Inmediatamente seguimos descendiendo, los milagros no habían terminado.

    Descendiendo la cañada, pisé una roca cubierta de nieve que me hizo patinar y caer de espaldas, deslizándome aprox 4m, hasta practicar una maniobra de auto detención: rotar y frenar  con el bastón, me hizo detener a metros del precipicio. Adrián abajo mío y Juanito arriba, una vez mas no podían creerlo!… jajaj… esta vez, no sentí miedo, sabía que debía tener calma y salir de esa, sólo  dependía de mí. El resto del trayecto transcurrió con normalidad. Llegamos a C2 a las 16hs. Sandrita nos esperaba con agua caliente, feliz con nuestro regreso!

    Pasamos una noche nuevamente con tormenta. Esperamos que se calmara un poco y a las 11am, con una suave nevada emprendimos el descenso. Paramos a las 14hs a descansar y degustar unas burguers gourmet de Juanito, a los 3609msnm. Llegamos al Ingenio a las 18hs, contentos, extenuados, dolorida, pero muy agradecida!!… Nos esperaba Don Alejandro y su calidez, mate cocido, pan casero y quesillo: manjares!…

  Una montaña llena de aprendizajes, como todas las que hice y las que espero seguir haciendo, pero que decididamente nos deja a toda una valoración especial sobre la vida, la fragilidad del futuro y nos invita a exprimir el presente!!

Cynthia Pérez Mac-Gibbon