Hay caminos que se unen…y Chasquivil nos espera

Este fin de semana, 11 y 12 de diciembre fueron a Chasquivil, dentro del Convenio con la Secretaría de Medio Ambiente, para evitar el fuego en la montaña, nuestros compañeros, Luciana Roda, Patricia Verón, Nicolás Kusnezov, Ulises Kusnezov y Rubén Goñi

Este año 2020 atípico por donde se mire… por eso volver a las sendas ha sido la gloria misma.

Me sumé a los compañeros Rubén, Nicolás, Ulises y Luciana, en la 2ª reunión con las Comunidades de Alta Montaña.  La idea era hacer el registro fotográfico y colaborar con este proyecto de prevención del fuego que es tan importante para nuestro club.

Y así, con cierta inquietud, porque había hecho recorridos en Raco, pero mucho más cortos que esta travesía a Chasquivil… me propuse compartir con tremendo equipo! Que lleva adelante un acercamiento e intercambio de saberes para cuidar la pacha y sembrar para el futuro.

Empezamos a caminar a las 7:30 para hacer un total de 10 horas y ascender casi 2.000. Nuestra primera parada fue en la Escuela de la Hoyada, donde estaría Javier Pistán, joven de la comunidad que nos acompañaría desde ahí. Eran las 11:30.

Nos tocaron horas de mucho sol, el cansancio se hizo presente. Y después del almuerzo en el río a las 13:30 aproximadamente, tendría q dejar algo de peso para poder encarar una subida intensa, que ya Raúl me había anticipado. A paso lento, muy lento conseguí terminar ese tramo y avanzar un poco más. Ya eran las 16:30. Nos quedaba una hora más de camino, así que decidí recibir la ayuda de Javier, el último tirón para llegar a la casa de Don Cayetano Arce a las 17:30.

Me resultó difícil, el calor pasó factura y me recordó la importancia de planificar, ser consciente de la energía y la hidratación que necesitamos. Al día siguiente sería diferente, las 8 horas de descenso a buen ritmo, con lluviecita y menos peso hicieron todo más armonioso con esta hermosa experiencia.

Esta salida ha sido sin dudas de mucho aprendizaje y también disfruté, porque a pesar del cansancio pude compartir con Cayetano y Soledad, que nos recibieron generosamente. Conversar con Daniel, que ya pasó a la secundaria, y tuvo que localizar los lugares donde conseguía señal para mandar sus tareas por whatsapp.  Haber participado de este encuentro, el domingo, fue el broche de oro. Con gente que vino de lejos, que está comprometida con sus pares y comparten la inquietud de hacer lo mejor por el territorio que habitan.  GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Patricia Verón