Travesía El Nogalito-Mala Mala-Tafí del Valle, 22 y 23 de Julio de 2023

Por nuestros compañeros: María Rojas, Rosa Veleizan, Paula Escobar, Nazarena Pasallo, Matías Lavado, Nicolás Lobo, Diego Andriani, Franco Rodríguez y José S. Rodríguez.

Relato: María Rojas

    A comienzos del 2023 la comisión de montañismo de la AAM (Asociación Argentina de Montaña) convocó a los socios que estuvieran interesados en coordinar una salida oficial del club. En dicha reunión se propuso un cronograma tentativo de 17 salidas de baja, media y alta montaña a cumplirse hasta el mes de setiembre. De ese total, se vienen concretando 10: El Taficillo, Anfama, Altos del Matadero, Cerro Negro (provincia de Salta), Refugio El Bayo (en dos ocasiones), Ñuñorco Grande, Tipillas Piedra Pintada y Nogalito-Tafí del Valle.

    La salida oficial que nos convoca en este relato fue la travesía El Nogalito-Mala Mala- Tafí del Valle concretada y coordinada en conjunto por 9 socios del club. Naza, Fran y Pepe con un tiempo de aproximadamente un año de socios, Nico, Rouse, Diego, Paula, Matías y María, socios desde hace poquito luego de haber terminado la primera edición del CIM 2023 (Curso de Iniciación a la Montaña). Enteramente la salida estuvo coordinada por los 9 socios ¡Sí! por los 9. Se hace énfasis en esto ya que cada uno aportó su parte en la organización averiguando: opciones de transporte hacia el punto de inicio de la travesía, precios de boletos de colectivos, trafics, buscando equipos del club (carpas, radios, Inreach, etc.), entre otras yerbas. Se hace énfasis en que los 9 organizaron todo porque si esta tarea hubiese sido responsabilidad de una sola persona habría sido muy estresante y muy complicado llevarla a la práctica; creemos que hasta ahora el total de las 10 salidas oficiales concretadas se realizaron gracias a los esfuerzos y el aporte en conjunto de cada socio (y sus familiares) que participó en cada una de las expediciones.

    Al final, fue que así que pudimos llegar el sábado 22 de julio a las 9 de la mañana a la localidad del Nogalito para iniciar la caminata. La travesía es de un tramo total de 28 km con un desnivel de 2600 mtrs aproximadamente, llegando a una altura máxima de 3200 m.s.n.m. Hay varias fuentes de agua, artificiales y naturales, aunque se encuentran más bien a partir de la mitad de la travesía.

    La primera con la que nos topamos fue la casa de Antonio Romano, lugareño que nos compartió agua y nos vendió unas gaseosas, descansamos en la sombra de su patio después de caminar 6 hrs. Eran las dos de la tarde y en ese tramo casi sin vegetación, el sol pegaba constantemente, el día estaba caluroso y agobiante. Inicialmente pensamos pasar noche en una casa de piedra cerca de la cumbre unas 4 hrs de ahí, debatimos si era lo mejor porque a nuestro paso llegaríamos cuando caiga el sol y ese tramo era muy pedregoso. Finalmente decidimos pasar la noche en la escuelita de Mala Mala, a unos metros de la casa de Romano. Nos quedó la tarde libre para disfrutar del arroyito al lado de la escuela, refrescarnos y compartir unos mates. La noche era cálida, casi sin viento, comimos juntos fuera de nuestras carpas mientras Pepe y Franco nos contaban historias del tipo leyenda como la del Pombero, sobre luces paranormales en medio de la montaña; o historias como la de la Maestra rural que en los 70s tuvo un accidente por estos pagos y fue recompensada con una importante suma de dinero por un empresario anónimo; la cuál destinó a renovar la escuelita del pueblo.

    Pepe además de coordinar la salida nos pasó datos de color como estas noticias, o como la canción de las Niñas de Mala Mala de Alberto Rojo (que cuenta una historia un poco más trágica sobre un suceso de hace muchos años); esto le daba un poco de mística a la salida, siempre es interesante cruzarse con historias recientes o pasadas de caminos que uno recorre.

    El día siguiente desarmamos las carpas tipo 6 am, había mucha niebla, y refrescó considerablemente. Empezamos a ascender, haciendo como mucho dos paradas, hasta llegar al punto que en un comienzo iba a ser nuestro campamento, el tercer punto con acceso a agua, a las 10 am. Nos reímos porque ayer maldecíamos el sol y hoy estábamos deseando que salga un rato. Seguía neblinoso y frío, así que a medida que ascendíamos no pudimos ver el pasaje al otro lado de la ladera; sin embargo, me quedé fascinada al ver que en un momento la pared de niebla blanca, se abría como una cortina y del otro lado había un cielo celeste y una “lomada” iluminada y verde, es un escenario común de ver en la montaña, sin embargo, a mí me emocionaba pensar que estaba caminando entre dos realidades paralelas antagónicas.

    Ya cuando llegamos cerca de la cumbre, encontramos otro puesto con agua disponible, y una pequeña vertiente semicongelada. Se había despejado y festejábamos el solcito. Ya llevábamos 8 horas de caminata y eran las 3 de la tarde. Descansamos un rato, almorzamos y disfrutamos de la vista de todo Tafí del Valle cubierto con nubes, al punto que solo veíamos una cumbre a lo lejos.

    A medida que descendíamos, ya llegando a de Tafí, empecé a oler un perfume que antes no había sentido en los valles, era la flor de sauco. El perfume, el aire fresco y las charlas con mis compañeros me dieron una dosis de entusiasmo ya en las últimas horas de caminata. El segundo día caminamos cerca de 12 hrs.

    Finalmente llegamos a un punto con señal para pedir taxis que nos lleven a la terminal, estábamos un poco justos con el horario pero aun así nos dío tiempo para compartir los últimos mates antes de subir al colectivo de regreso. Disfruté mucho esta salida, las charlas y caminos con estos increíbles compañeros: Nico, Diego y Pepe que se turnaban para guiar, Franco que se quedaba acompañando a los de atrás, Naza con su simpatía que nos compartía sus experiencias en alta montaña y nos facilitó equipo del club, Rosa que nos alimentó con chocolates en todo el camino y aseguró la vuelta con los taxis, Matías más discreto pero elocuente, Paulita siempre dulce y queriendo superarse en cada salida.

    Agradecimientos especiales: Leo Durso, padre de Diego y Diego (hermano de Pepe) por llevarnos hasta el nogalito. ¡sin su ayuda capaz que esta travesía no se hubiese concretado!